El pasado 20 de febrero, Néstor Andrés Cañizares emprendió una larga travesía para homenajear al Escuadrón “Alacrán” de Gendarmería Nacional Argentina, que combatió en la Guerra de Malvinas.
Se trata del segundo año consecutivo que se embarca en este desafío, luego de que en 2021 conectara las ciudades de Resistencia, Chaco, con Puerto Iguazú en bicicleta. En esta oportunidad el recorrido lo realiza a pie, y luego de pasar por la Ciudad de las Cataratas, pasando posteriormente por Bernardo de Irigoyen, ya encamina su recorrido de regreso a la capital chaqueña.
En ese marcó, el ingeniero en electrónica pasó este sábado nuevamente por Posadas, precisamente en una fecha tan especial como lo es el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas. “Es una fecha muy significativa, porque todo lo que estoy haciendo justamente se basa en eso. Para mí es una satisfacción y un honor hacer este recorrido y llevar la bandera argentina, porque creo que la gente que dio su vida en ese combate de las Malvinas para defender los valores y los intereses de la Patria no es una cosa menor“, comentó a PRIMERA EDICIÓN.
Destacó que este segundo homenaje “fue más profundo, y muchísimo más difundido”, por los medios de comunicación y las redes sociales, y que gracias a ello “la gente se conectó mucho. Día a día me sorprendía porque encontraba gente que tocaba bocina, que venía la bandera y gritaba ‘viva la Patria’”
“Me encontré con mucha gente que se vio motivada por esto que hice. Eso me llenó de satisfacción también, ver gente que le interesó, que le gustó, el hecho de homenajear“, agregó.
De la misma manera agradeció el apoyo que recibió durante su paso por la tierra colorada. “Algunos paraban y me preguntaban si necesitaba agua, hay gente que me siguió durante kilómetros para darme agua o comida, sabían que yo acampaba en un lugar e iban a llevarme algo de comer. La verdad me sorprendió mucho la solidaridad de la gente porque sí les importó y eso me llenó de satisfacción“, dijo quien por 15 años formó parte de la Gendarmería Nacional.
Señaló también que todo el esfuerzo invertido para completar este recorrido de 1.500 kilómetros es simbólico en comparación a lo que debieron enfrentar los combatientes en las Islas. “Yo corro y muchas veces me tocan días de frío o lluvia, duermo afuera, a veces no como bien o me falta agua, pero es todo transitorio y es mi voluntad. En cambio, esa gente que fue (a Malvinas) por ahí no todos tenían la preparación que debían y se enfrentaban a un enemigo más, que son las condiciones, estar en una trinchera, mojados, sin tener la posibilidad de poder cambiarse, una comida caliente, nada, y a todo eso sumarle la posibilidad de que en cualquier momento podía morir“.
Ya con el último tramo por delante (le restan unos 380 kilómetros para llegar a Chaco) Cañizares se aventura a planificar lo que serían las próximas ediciones de este tan particular homenaje. “He hablado con otros comandantes que ya están retirados que me dijeron para la próxima vez que haga algo de organizarlo mejor, y hacerlo con más recursos humanos. Que otros se puedan acoplar para hacer (el recorrido) en etapas, y ya para una próxima estaría bueno incluir gente de distintas fuerzas“, cerró.