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“La leyenda del Salto Encantado”
Cuenta la leyenda que en las selvas de Misiones vivían dos tribus enemigas. El cacique de una era Guaraní, y la de la otra Jurumi.
Aguará tenía una bellísima hija llamada Yete-í. Era pretendida por esposa por todos quienes la conocían, y muchos caciques de la región ofrecían inmensas riquezas por su mano.
Jurumi, el feroz enemigo, tenía un hijo, Cabure-í. Este era famoso por su valentía y destreza en la guerra y la caza.
Quiso el destino que ambos jóvenes se conocieran un día en estas circunstancias: Cabure-í recorrería la selva en busca de caza, cuando fue atraído por el grito de terror de una joven. Corrió hacia allí en un claro del monte, vio a la hermosísima Yate-í, a quien no conocía. Cabure-í clavó su lanza con certera puntería en el corazón del animal, y su sapucay triunfal anunció la muerte de la fiera.
El amor entre los jóvenes nació en ese momento como por un mágico encantamiento. Pero… oh dolor cuando se enteran quiénes eran sus tribus, quienes no admitieron este amor y volvieron a luchar sangrientamente. Yate-í corrió hacia el camino de combate derramando lágrimas de angustias, que al tocar el suelo, iban formando un cristalino hilo de agua.
Cuando Cabure-í la vio en lo alto de una loma, corrió hacia ella y la tomó en sus brazos. Los guerreros de Aguará dispararon sus flechas hacia Cabure-í y los de Jurumi hacia Yete-í. En ese instante, truenos ensordecedores hicieron temblar al cielo y la tierra.
El suelo se abrió como para cobijar los enamorados muertos, y en ese lugar, los asombrados combatientes vieron caer las aguas del arroyo formada por las lágrimas de Yete-í.
Tupá con su poder sobre todas las cosas había creado el “Salto Encantado”.
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“La leyenda del Lobizón”
El lobizón es una leyenda que cuentan desde muchos años atrás, hasta inclusive en el presente. Según cuenta la historia, el lobizón proviene de una familia que tenga siete hijos varones. Cuentan que, el que se transforma en perro grande puede ser el mayor de los siete hermanos o el menor. Si hay una mujer entre medio de las familias, éstas ya están salvas.
Cuentan que se debe tener en cuenta el comportamiento del mayor o del menor. Siempre el comportamiento del que se va a transformar es muy extraño. Hay que ser observadores en este caso para evitar estas cosas como la transformación. Lo que se debe hacer para evitar esto es según una simpatía, donde el padrino que está destinado a esta vida debe ser el hermano, ser bautizado siete veces en distintas iglesias católicas. O también puede, o debe ser el padrino el Presidente del país.
Si la transformación llega a ocurrir, el que se va a transformar va hasta el cementerio o cerca de éste, se quita toda la ropa puesta y da unas cuántas vueltas sobre sí mismo hasta convertirse. Lo que también lo puede llegar a convertirse es a través de la magia negra. Cuando sale convertido sale por las noches. Lo más probable son los días martes y viernes a la medianoche cuando es luna llena para transformarse y convertirse en hombre lobo… en la arena, en el pasto o donde esté.. Pasea como un perro solitario. No camina pierna abierta, pero sí pierna cerrada.
En lo personal es pálido, flaco, alto, escuálido, enfermizo y muy solitario y poco sociable desde niño.
Se alimenta de carroñas en los cementerios y heces de gallinas. En los peores casos comen mujeres jóvenes o algún bebé sin bautizar. Cae siempre enfermo del estómago por comer cosas feas. Y los sábados no se levanta de la cama. Traspasa su mal estado en las piernas de alguien si se lo cruza por el camino. Así él queda curado y el otro/a queda con el estado del lobizón. Si quiere alejar debe ser arrodillado, rezando el Padre Nuestro, haciendo señal de la cruz o arrojándole agua bendita, un tizón al rojo vivo o botellas rotas.
Hay que herirlo con arma blanca o arma de fuego, siendo en este último caso, una bala bendecida, de lo contrario no le hace nada de efecto.
Si ve su propia sangre se convierte en persona de vuelta. Pero será enemigo de muerte de quien descubre su secreto. Si el lobizón camina pierna abierta, el que pasa por abajo también se convierte en lobizón. Cuando pasa la medianoche, vuelve a la normalidad.
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Cuenta la leyenda de un indio que fue a vivir con su familia a un pueblo cerca del monte. Los ciudadanos de ese pueblo lo odiaron y maltrataban a sus hijos. Una noche quemaron su casa con él y su familia adentro. Los ciudadanos pensaron que había muerto, pero cada año, en el día de su muerte, aparece para vengarse. Ahora vive buscando a su presa, y la gente lo llama: “El Hombre de las Tinieblas”.
Él, cuando encuentra a su presa, lo primero que hace es matarla y después le corta la cabeza y lo pone en una lanza. Cuando el Hombre de las Tinieblas aparece es porque encontró a su presa o lo invocaron. Él sale a cazar de noche si hay mucha niebla… es porque el hombre de las tinieblas está por ahí.
Los que le invocan al Hombre de las Tinieblas para vengarse usan: tres plumas de aves, una lanza tradicional o una flecha.
(Relato e ilustración de alumnos del 1° Año Secundaria. Educación Intercultural Bilingüe -EIB-. Anexo Escuela de la Familia Agrícola -EFA- “San José Freinademetz” C-1210. Comunidad Perutí. El Alcázar). Autora – compiladora: Gertrudis Renate Waidelich. Es licenciada en Historia con Orientación en Ciencias Sociales, y miembro de Agrupación Fundadores de Montecarlo.