
Un remisero de 42 años y que habría intentado a través de declaraciones públicas incriminar a su expareja por su supuesto secuestro, ahora pasó a estar detenido y con prisión preventiva por violencia de género hacia ella, indicaron las fuentes.
El hombre fue noticia y mantuvo en vilo a los investigadores policiales a principios de septiembre del año pasado, cuando estuvo desaparecido durante una semana en Jardín América. Finalmente fue hallado sano y salvo y fue allí que contó una historia que hasta ahora, sigue siendo motivo de investigación.
El hombre dijo que estuvo secuestrado y que las personas que lo mantuvieron cautivo lo alimentaron con pollo y mandioca, y lo dejaron afeitarse, entre otras cosas. No obstante nunca quedó claro qué sucedió y qué fue de los presuntos delincuentes que el trabajador del volante describió.
La desaparición
El remisero de Jardín América comenzó a ser conocido a partir de su desaparición, el domingo 5 de septiembre del año pasado a la madrugada. Pese al mega operativo que montó la policía fue infructuosa su búsqueda, que se extendió hasta Aristóbulo del Valle.
Una vez que apareció, el hombre indicó que esa madrugada luego de trabajar dejó su Renault Sandero en lo de un mecánico. Al llegar caminando a su casa, cuando estaba ingresando fue secuestrado por tres individuos armados (uno de los cuales saltó desde un árbol) que lo redujeron y lo subieron a un Fiat Uno blanco para llevarlo hasta su lugar de cautiverio.
No pudo precisar dónde estuvo, cómo era el sitio, porque según indicó a los efectivos, estuvo vendado, maniatado y además lo golpearon. Sin embargo relató también que sus captores lo habrían asistido con comida, agua y hasta le permitieron que se afeitara. En cuanto a su liberación, habría relatado públicamente que “le pegó a uno de los captores en los testículos y salió a correr, se quitó la venda de los ojos e ingresó a un pinar donde estuvo un día y medio cubierto con hojas”.
Cuando fue revisado por el médico policial, presentaba lesiones leves, apenas unos raspones. Su teléfono celular no fue encontrado. De la investigación también surgió que tenía conflictos con una expareja.
Acusaciones
Un día antes de desaparecer el remisero le habría comentado a su hija que lo habían amenazado y que un automóvil lo siguió por varios puntos de Jardín América. La joven lo aguardó al día siguiente y como no contestaba llamados ni mensajes denunció su desaparición.
En la búsqueda aparecieron su billetera y una gorra. Finalmente tras siete días de rastrillajes e intensa búsqueda la policía lo halló el domingo 12 de septiembre a la noche en la zona de Colonia Flora. Tras ser hallado brindó declaraciones públicas y apuntó a su expareja.