Se concretó ayer la audiencia indagatoria para el segundo sospechoso detenido por el homicidio de Ramón Sosa, ocurrido el pasado viernes en el barrio Cristo Resucitado de esta localidad.
El joven de 26 años fue imputado provisoriamente por “homicidio en ocasión de robo” y al igual que el otro presunto implicado, se abstuvo de declarar.
Tal como adelantó este Diario, el pasado martes fue trasladado al Juzgado de Instrucción 1 de San Pedro un joven de 24 años, quien optó por guardar silencio ante el magistrado que investiga la muerte de Sosa.
Ayer, en tanto, fue el turno de su supuesto cómplice, aunque aún no están determinados los roles en el hecho y es por eso que ambos tienen la misma calificación, siempre de manera provisoria.
Los sospechosos fueron detenidos el sábado pasado en un operativo a cargo de los efectivos de la Dirección Homicidios, quienes trabajaron en conjunto con personal de la Unidad Regional XIV, con asiento en San Pedro.
Ambos individuos fueron aprehendidos tras una serie de allanamientos en sus viviendas del barrio Escuelita. Antes, los pesquisas secuestraron un martillo con manchas que eran presuntamente de sangre, en inmediaciones de la vivienda de la víctima, con el cual se cree que lo mataron para robarle una garrafa del interior de su casa. El hijo de la víctima, un hombre de 40 años, se enteró del fallecimiento de su padre horas después que vecinos alertaron a la policía sobre el hallazgo de un hombre desvanecido en la calle Juan Bautista Alberdi entre calles Ushuaia y Sarmiento donde residía.
Faltante de elementos
El familiar contó a la policía que se ausentó de la morada unos días por cuestiones laborales y al regresar, cuando ya lo habían hallado muerto, revisó la propiedad y faltaban una garrafa y herramientas, entre ellos el martillo mencionado.
La investigación policial permitió establecer después que dos jóvenes conocidos en la zona fueron vistos cuando salían de la propiedad de la víctima con una garrafa en las manos. El juez de Instrucción Ariel Omar Belda Palomar dispuso que se requisen las viviendas de los sospechosos, en donde secuestraron ropas con manchas de sangre y otros elementos.
Acto seguido, quedaron detenidos a disposición de la Justicia. Los pasos siguientes en la causa son testimoniales en sede judicial y esperar los resultados de pruebas ordenadas por Belda en cuanto al análisis de los elementos incautados para cotejarlos con ADN que extraerán a los sospechosos en los próximos días.
Los primeros resultados de la autopsia determinaron que Sosa fue asesinado de varios golpes en la cabeza con un objeto contundente de los cuales uno de ellos le produjo hundimiento de cráneo y fracturas además de excoriaciones en distintas partes del cuerpo.