Durante la semana de prevención del asma, organizaciones y médicos recordaron la importancia de los controles para mantener una estabilidad en esta enfermedad crónica. Se estima que uno de cada tres pacientes no logra controlar su medicación, por la falta de conciencia en la parte clínica y por la baja cobertura de obras sociales y prepagas.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el doctor Martín Maillo, integrante del área de Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, explicó que lo que se busca con los pacientes con asma “es que lo mantengan controlado, con la menor medicación posible, para que puedan tener una vida normal, sin limitaciones y sin riesgos”.
En el asma bronquial “hay que entender que es una enfermedad crónica, que acompaña a muchas personas desde muy chicos”.
Desde la Asociación, aseguraron que se puede controlar y así evitar que “su vida sea un calvario, por las visitas a las guardias y limitaciones físicas o por tener una medicación siempre a mano”.
Para ello, “la persona debe hacer las cosas como corresponde y seguir los tratamientos adecuados para cada una de las necesidades que padecen”.
En Argentina, la falta de control se debe a que “la enfermedad se menosprecia o no se le otorga la jerarquía que merece, tanto por los pacientes como por el propio sistema de salud”. En esto, “también involucramos la falta de cobertura de obras sociales”. Sin embargo, señaló que “la falta de educación es uno de los problemas más importantes”, advirtió.
En las enfermedades crónicas, “las características sociales y la falta de acceso a centros de salud impactan de manera negativa para mantener el control y riesgo. Hay una falta de cuidados esenciales”.
En cuanto a su incidencia, el asma “es muy frecuente, afecta a 13% de los chicos hasta 14 años. En los adultos, entre los 20 y 44 años, cerca de un 7% la tienen. El espectro es tan amplio, con cuadros muy leves y otras personas con cuadros muy graves, con distintas necesidades. El principal acceso es a los medicamentos controladores, que, usados diariamente en los períodos indicados por el médico, hacen que su enfermedad no produzca molestias”.
Martín Maillo lamentó que “la medicación controladora no es accesible en todos lados y cuando hay bajos recursos es difícil comprarla, porque en algunos casos cuesta miles de pesos”. En este sentido, “el Estado tiene un rol importante con estas personas que tienen una necesidad, pero no cuentan con recursos”.
Entre los síntomas enumeró: “Si les silba el pecho, si tiene tos, catarro frecuente”. Por ello, alentó a que acudan a la consulta clínica al detectar estas señales.