Las elefantas Pocha y Guillermina llegaron este jueves al Santuario Natural de Elefantes (SEB) en Mato Grosso, Brasil.
Luego de años de haber estado en cautiverio en el Zoológico de Mendoza, y tras largos días de viaje en los que recibieron afecto en las rutas y un tratamiento correspondiente, madre e hija al fin podrá disfrutarán de una nueva vida, donde gozarán de la libertad y la naturaleza.
Su hogar será ahora este espacio de más de 1.500 hectáreas de naturaleza pura, nada menos que el único santuario de elefantes acreditado en Sudamérica. El lugar presenta un bioma apropiado para la especie, con recintos completamente naturales disponiendo de matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada área tiene dimensiones muy amplias (entre 40 y 400 hectáreas cada una).
Las elefantas partieron desde Mendoza el sábado por la tarde en un camión y viajaron, cada una, en una caja especial que pesa alrededor de 5 toneladas y mide 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura, que les brindó un traslado cómodo y seguro en la travesía, que contó con el aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Luego de una travesía de cinco días donde atravesaron unos 3600 kilómetros por tierra para llegar a su nuevo hogar, los animales fueron recibidos por el nuevo equipo de especialistas que se encargarán, de ahora en más, de brindarles una mejor calidad de vida junto a otros elefantes.
Ambas compartirán el espacio con otros ejemplares de su especie. Entre ellos Mara, trasladada en 2020 desde el Ecoparque porteño, quien había vivido más de 50 años explotada a costa del divertimento humano y en soledad; allí por fin es parte de una manada. Tamy, padre de Guillermina, es otro de los elefantes africanos que vive en el Ecoparque y que posteriormente será derivado al mismo santuario junto a Kenya.
El hecho representa un hito importante para el equipo del Ecoparque, no solo por cambiarle la vida a estos animales, sino también porque significa la culminación de años de trabajo y servicio dedicados a salvaguardar la fauna.
“Después de seis años de trabajar incansablemente hoy se cumple una de las metas más importantes en la gestión que es volver a darles una vida digna Pocha y Guillermina, como lo venimos haciendo con los más de mil animales que ya hemos trasladado del Ecoparque a diversos santuarios, reservas y espacios aptos para garantizar una vida digna”, comentó el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial de provincia, Humberto Mingorance, quien se encuentra en el vecino país.