Todo vino para pasar y en ese pasar está el transitar por la experiencia y el aprendizaje en el proceder para cada situación.
Así vamos trazando perfección cada día un poco más. Cada día tenemos la posibilidad de unir o dividir, de amar o de odiar, de armonizar o pelear y eso que hagamos tiene resonancia planetaria ya que estamos unidos por un capo de información sutil que al igual que el aire nos traspasa a todos.
El acto de uno modifica el entorno.
El pensamiento de uno se suma al pensamiento global formando campos de pertenencia.
¿A cuál querés pertenecer? Cambia tus creencias y cambiaras tu entorno.
Simplemente obsérvate en silencio. ¡Observa!
¿Qué te habita? Tristeza o alegría, amor u odio, pensamientos positivos o destructivos, simplemente observa, ya que todo lo que tenemos dentro es lo que vamos a manifestar fuera.
La vida es el campo de experimentación de tu mundo interno, para y obsérvate.
Como co-creadores tenemos la posibilidad de crear aquello que somos, si tomamos conciencia de nuestro mundo interno podemos modificarlo antes de plasmarlo.
Trabajando dentro de cada uno de nosotros en secreto, en silencio y con sencillez podemos modificarnos.
El primer campo de acción no está fuera, se encuentra dentro. No te quedes trabado en aquello que descubres dentro que no te gusta sigue hacia adelante trasformando.
Balancear, trasparentar, clarificar, iluminar, experimentar, discernir, asumir, todas son posibilidades para la trasformación. ¿Qué eliges?
Si decides para y obsérvate en silencio, aquello que encuentres dentro es el inicio, es donde todo comienza. Observa en silencio y asume lo que ya eres. Allí comienza todo lo que luego se va a manifestar. Ten el coraje de asumir lo que eres para poder transformarte en tu mejor versión.