Cientos de devotos participaron en la jornada de ayer de la procesión y celebraciones eucarísticas de Santa Rita, la Patrona de los Imposibles. Este año el lema que acompañó a los feligreses fue “Santa Rita ayúdanos a vivir la paz del resucitado y guíanos para amar como Tú nos has amado”.
Acompañados por un importante despliegue de seguridad a cargo de la Policía de Misiones, la Municipalidad de Posadas y la comunidad religiosa de Santa Rita, la columna de unos 1.300 fieles recorrió las calles de la ciudad desde la Catedral San José en el centro de la capital misionera, hasta la Parroquia dedicada a la Santa, en las avenidas Chacabuco y Monseñor D’Andrea.
Los cadetes de la Policía y los fieles llevaron sobre sus hombros la imagen de Santa Rita los siete kilómetros de trayecto, acompañados por los peregrinos entre cantos, mensajes desde distintos puntos del país y muestras de agradecimientos. El arribo, se dio entre aplausos, pañuelos agitándose y papel picado, dando lugar al inicio de la misa central.
Durante la homilía, se pidió la intervención de la Santa para lograr el destierro del machismo del que ella también fue víctima. “Ella entiende el sufrimiento humano queremos pedirle por tantos sufrimientos, que tenemos en nuestro tiempo.
Hay mucha violencia, violencia familiar y ella vivió eso en su propio hogar. Queremos que se erradique y que la fraternidad, el amor y el perdón estén en nuestros hogares, en nuestra sociedad, donde hay tantas divisiones y grietas. Pedir para que se destierre un flagelo histórico y cultural, que es el machismo. (…) Debemos erradicar muchas actitudes violentas, que dañan”.
Además, se planteó que “en la cotidianidad es donde debemos responder a Dios, perdonando, reconciliándonos. Esta es la actitud de la vida, la fraternidad. Amar y acercarse a los que más sufren, ser samaritanos en nuestro tiempo, en nuestras parroquias, en nuestras comunidades. Acercarnos a los que están estirando su mano porque necesitan”.
Testimonios de fe
Teodora Aguilar, de la Chacra 96 de Posadas, contó a PRIMERA EDICIÓN que desde el año 2000 participa de las festividades de la patrona de los imposibles y acompaña la procesión un trayecto de la procesión, junto a los demás fieles a Santa Rita. “Como católica es muy lindo poder acompañar, participar de la misa, vivir la fe”.
La ingeniera química, Carolina, del barrio Altos de Bella Vista expresó su felicidad por poder ser parte de las celebraciones, sobre todo después de la pandemia, donde durante dos años no se realizó la tradicional peregrinación de la que participa desde su época de estudiante universitaria.
“Venimos a agradecer porque tenemos salud, tuvimos COVID, pero lo superamos, fue leve y no pasó a mayores. Además, a pesar de que mi esposo perdió su fuente laboral, logramos salir adelante y hoy contamos con trabajo. Agradecer sobre todas las cosas, pero también a pedir que termine la pandemia y todo salga de la mejor manera”.
Agregó, además, que su tradicional participación nació mientras estudiaba la carrera de ingeniera. “Yo hacía mi parte, estudiar, y Santa Rita así la suya”, afirmó la feligresa.
Desde el barrio El Progreso, Javier Reyes, devoto de la Santa se acercó a agradecer por los favores recibidos. “Ella me cumplió mucho y por eso vengo a agradecer. Así como le pedí, le cumplí”, aseguró.
Jaqueline y Lucía, participaron por primera vez como servidoras durante la procesión y celebración de la Parroquia. “Realmente es algo espectacular estar al servicio de las personas, de la Santa y sobre todo a Dios”, contaron con alegría y aprovecharon para invitar a todos los jóvenes a participar del grupo juvenil de Santa Rita, que se reúne todos los domingos 18 a 19.30.
De manera particular Jaqueline agradeció por su familia y pidió tener más paciencia y, por su parte, Lucía precisó que su servicio se debía a un pedido especial a la Patrona de los Imposibles, que junto a sus hermanas con quienes comparte la devoción, estaban cumpliendo y retribuyendo por el favor recibido.
A pesar de haber sido intervenida quirúrgicamente de la rodilla, Rafaela Ávalos de Altos de Bella Vista también se acercó a agradecer por la salud.
“Hace muchos años que vengo a Santa Rita, desde el 2007. Hoy vengo a agradecer por la salud de mi hija y la mía, estoy operada de la rodilla, pero estoy caminando desde el centro”, contó feliz, mientras transitaba el tramo final de la peregrinación y solicitaba en sus oraciones por la sanidad de todos los enfermos, en especial aquellos de los que no pudieron asistir.
A caballo desde Villa Lanús, como hace 9 años, llegó Taty Mbombaj junto a su hija Karen. “Mi madre era una devota de Santa Rita y nosotros como católicos seguimos ese legado. Además, formamos parte de una agrupación tradicionalista, por eso participamos de la procesión a caballo para continuar con nuestra cultura”, detalló.