Con el objetivo de dar respuesta a la demanda de los agricultores de Misiones, se desarrolló una variedad adaptada de maíz a la región, de alta calidad nutritiva, de bajo costo y un rendimiento mayor, en comparación con las opciones varietales disponibles.
En la tierra colorada muchos productores cuentan con superficies donde cultivan maíz con herramientas básicas, con el fin de autoabastecerse, vender el excedente o alimentar al ganado.
Ahora se está probando la variedad de maíz Bautista INTA, la cual es convencional, de polinización abierta, de granos tipo dentado colorado y fue creada a partir del cruzamiento de variedades tropicales y locales.
“La falta de material genético adaptado a la región y el alto costo del insumo semilla para el pequeño productor fue visto como una oportunidad”, explicó Adrián De Lucia, investigador en genética del INTA Cerro Azul, quien forma parte del equipo de Cultivos Anuales.
A la vez, remarcó que “las características buscadas eran que la planta no sea alta, que la chala cubra bien el extremo de la mazorca, que la altura de la mazorca sea accesible para su cultivo manual, que el rendimiento esté por encima del de los materiales locales y que la floración sea pareja”.
Contó que “tras más de 10 años de trabajo fue inscripta recientemente en el INASE, para nosotros es el bautismo de Misiones en el desarrollo de materiales genéticos de maíz”.
Programa y ensayos
El programa de mejoramiento comenzó en 18 poblaciones de materiales locales y tropicales, a partir de los cuales se inició el proceso de siembra, selección y cruzamiento de los materiales elegidos durante varias generaciones. Luego se realizaron ensayos, análisis y pruebas de laboratorio para evaluar el comportamiento general y para diferenciarlo de materiales parecidos.
Se trata de un material de ciclo intermedio de aproximadamente 120 días desde la germinación hasta la madurez fisiológica, lo que reduce el tiempo de exposición a factores bióticos y climáticos desfavorables y la cantidad de labores y aplicaciones.
Esto permite la liberación temprana de los lotes y la siembra de segunda.
Por otro lado, los profesionales explicaron que “Bautista INTA posee una mazorca con 16 hileras de granos grandes y una buena cobertura de chala que evita su pudrición por altas precipitaciones o el ataque frecuente de plagas”.
Las pruebas de laboratorio demostraron que la nueva variedad tiene un promedio de 11,2% de proteínas, valor semejante al de los híbridos comerciales y superior a las variedades locales, lo que la hace ideal para la alimentación de ganado.
“El peso de los mil granos ronda los 300 gramos, por lo que hablamos de un grano pesado que tiene buen contenido de proteínas”, indicó la investigadora Silvina Inés Fariza.
Además, posee una altura de planta inferior a los 2,5 metros que previene el vuelco y tiene una inserción de mazorca a un metro que facilita la cosecha manual. Al ser un material libre el productor puede guardar su propia semilla, lo que permite reducir gastos.
La sincronía floral son los días que hay entre la floración femenina y masculina, esto adquiere importancia ya que el maíz es una especie monoica de polinización cruzada.
“En Bautista INTA su floración es sincrónica con sólo 2 días de diferencia, lo que aumenta la efectividad y uniformidad a la hora de la polinización”, explicó Fariza.
El tiempo de siembra
El rendimiento estimado es de 6.000 kilogramos por hectárea, con un potencial mayor.
Por otro lado, los investigadores recomiendan que sea sembrado a mediados de septiembre, con una densidad que no supere las 60 mil plantas por hectárea.
“En cuanto a siembra, indicamos hacerlo con 50 centímetros entre surcos y 35 entre plantas, esto permite reducir laborales y una mayor cobertura de suelo”, remarcó la investigadora Silvina Inés Fariza.
Por último, se plantea una fertilización con fósforo y nitrógeno a la siembra y cuando la planta tenga las primeras seis hojas expandidas, con dosis dependientes de los resultados del análisis de suelo.