De acuerdo a lo planteado por los especialistas, la luz artificial nocturna no sólo impide contemplar la belleza de las estrellas, sino que, además altera el sueño de las personas, hasta la reproducción de las especies y los ritmos naturales. El 80% de la humanidad vive bajo cielos inundados de luz artificial.
Hace no mucho tiempo se podía mirar hacia arriba por las noches y ver un espectacular cielo nocturno estrellado. Ahora, el planteo de los especialistas en el tema, es que millones de niños en todo el mundo nunca experimentarán la Vía Láctea donde viven.
El uso cada vez mayor y generalizado de la luz artificial por la noche no sólo perjudica la visión del universo, sino que también afecta negativamente sobre el ambiente, consumo de energía y hasta la salud.
En este sentido, el profesor Renato Luft, a través de un posteo de Facebook publicó una foto de la localidad de Capioví, donde se puede observar “cuatro burbujas lumínicas debidas a la contaminación que producen las luces de alumbrado (público).
La más grande (porque está más cercana) es del pueblo de Capioví. Inmediatamente por debajo y a lo lejos en el horizonte se observan las luces de Jardín América. A la izquierda las de Ruiz de Montoya y a la derecha, la más tenue, de Papel Misionero”, relata.
Además, agrega que “hace más de diez años, los integrantes de la Asociación Astronómica de Capioví planteamos a la Municipalidad la conveniencia de adoptar las normas que propone la Asociación Internacional Dark Sky (cielo oscuro) fundada en 1988, y que se dedica a proteger los cielos nocturnos para las generaciones presentes y futuras. La cuestión consiste en que todas las luminarias urbanas proyecten sólo luz hacia abajo, evitando que los haces de luz iluminen por encima del horizonte”.
Si bien da cuenta de que dicho cambio requiere de una importante inversión, asegura que “se recupera ampliamente pues, instalando las luminarias como propone Dark Sky se reduce en un 40% el consumo de energía. La otra ventaja y que fue el motivo inicial que dio origen a la mencionada asociación, es que desde los pueblos y ciudades se puede volver a ver un cielo estrellado (casi como el que vemos cuando en una noche despejada se produce un corte en el suministro de energía)”.
A partir de su publicación solicita y argumenta Luft que “sería bueno que en el corto plazo nos podamos sumar a este cambio que ya hicieron muchísimas ciudades y pueblos de todo el mundo y que en definitiva consiste en “dejar de alumbrar hacia arriba”.
Iniciativa provincial
En el 2020, se presentó un proyecto, que tiene estado parlamentario en la Legislatura de Misiones que propone la conservación del cielo oscuro como recurso natural y reducción de la contaminación lumínica.
El mismo, fue impulsado por la diputada Rita Núñez y trabajado junto a exsubsecretaria de Cambio Climático, Karen Fiege, “con el objetivo de generar conciencia sobre el recurso cielo. Es un recurso muy valorado en la cuestión ambiental y turística a nivel mundial”, explicó esta última.
En este sentido, Fiege, actual diputada provincial indicó que “la propuesta abarca considerar la cuestión ambiental y regulación de las luminarias. La idea es comenzar a pensarnos como una provincia que tenga los tres ámbitos protegidos. Tenemos el suelo y el agua, y faltaba el recurso cielo”, remarcó.
Si bien el proyecto tomó estado parlamentario el 10 de diciembre del 2020 en la Comisión de Recursos Naturales, la idea es que en este año se vuelva a incluir en el plan de labor de las comisiones correspondientes que serían por un lado Recursos Naturales y por otro, Turismo.
“Este proyecto propone garantizar el derecho de los misioneros al cielo oscuro como recurso natural mediante un diseño sustentable de preservación del medio ambiente y la regulación racional e innovadora del uso de la luz artificial”, detalló la legisladora misionera, Karen Fiege.
La finalidad del proyecto de ley son preservar los cielos oscuros, con fines ambientales, sociales, económicos y culturales, disminuir la contaminación lumínica, a través de una regulación racional e innovadora del uso de la luz artificial, lograr la certificación internacional de lugar de cielo oscuro otorgada por International Dark Sky Association (IDA), educar y concientizar sobre la preservación del cielo oscuro y promover el turismo y el astro turismo.
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