Este lunes en recordación al “Día del Escritor Misionero” se realizó un te de escritores, en la Casa Museo Miguel Nadasdy, de la localidad de San Ignacio. El mismo contó, pese al frío reinante, con varios representantes locales y de la tierra colorada.
En la ocasión, el presidente del Club Fanáticos de los Cuentos de Horacio Quiroga, David Rebatta, se dirigió a los presentes y también se hizo presente la directora de Cultura Municipal, Gladis Sosa, más amigos y vecinos que compartieron un exquisito desayuno para recordar este día tan especial, para los amantes de las letras.
En la fecha, se recordó de manera especial al entrañable escritor y periodista Justo Esteban Abad (quién trabajó hasta que se jubiló en el diario PRIMERA EDICION), fallecido el pasado viernes y a los escritores misioneros que se adelantaron en este viaje inexorable, en sus memorias se realizó un minuto de silencio .
De Leopoldo Lugones a Juan Enrique Acuña
Vale recordar que el 13 de junio se conmemora el Día del Escritor Misionero , propuesto por ley 172/2014, en homenaje al natalicio del poeta- escritor Leopoldo Lugones, fundador de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), en la Provincia de Misiones y se homenajea y recuerda a Juan Enrique Acuña, escritor fundacional de la literatura misionera, quien falleciera justamente el 13 de junio, pero de 1988. La ley fue propuesta por la entonces diputada Lilia Marchesini y sancionada por la Cámara de Representantes en el 2014.
Juan Enrique Acuña nació en Misiones, en 1915 y desde 1936 comenzó a desarrollar diversos trabajos y actividades de carácter artístico y cultural que lo llevaron a abandonar sus estudios universitarios de Derecho y Humanidades en 1943.
Así, se dedica entonces a la labor editorial, al periodismo, la literatura y finalmente al teatro. Su producción poética es la primera en concretarse con la publicación de los” libros “Triángulo” (1936) y “La Ciudad Sangrante”(1939). Luego vendrían : “El Canto” (1945) y “El Río” (1950) los que junto con “El Cedro” completan la trilogía publicada como homenaje del Gobierno de su provincia natal, en 1987.
Además, desde 1944 alterna su labor periodística con la teatral. Escribe varias obras y participa de manera activa en Buenos Aires, es Director de Cultura de Misiones y también se dedica de lleno a su verdadera pasión, los títeres.
A principios de la década del 60 fue becario del Ministerio de Cultura de Checoslovaquia, Al regresar a Argentina. Funda y dirige el Moderno Teatro de Muñecos de Buenos Aires, estrenando allí sus espectáculos más importantes.
A partir de 1968 se instaló en Costa Rica y creó allí otro Moderno Teatro de Muñecos que resultó ser una brillante experiencia titiritera.
En 1987, regresa a Misiones, para trabajar en un proyecto de TV educativa, pero una repentina enfermedad lo obliga a regresar a Buenos Aires en donde falleció el 13 de junio de 1988.