A cara descubierta, delincuentes asaltaron ayer un local de celulares de San Vicente. Amenazaron a la vendedora y se llevaron varios aparatos para luego darse a la fuga.
El hecho ocurrió en las primeras horas del horario comercial, cuando una mujer de 63 años atendía el local ubicado sobre la avenida Libertador al 1700. Tres jóvenes ingresaron al lugar con la supuesta intención de adquirir algún aparato del rubro. Luego de entablar un diálogo breve rápidamente mostraron sus verdaderas intenciones.
Uno de ellos blandió un arma blanca que hizo inmovilizar a la víctima. Mientras, los otros dos se encargaban de apoderarse de diferentes equipos para luego irse del lugar en el mismo sentido por el que habían ingresado. El negocio se encuentra ubicado a metros de una de las rotondas de San Vicente muy cerca del hospital público.
Parte de la secuencia del atraco quedó registrada por una cámara de seguridad del local. Los sospechosos estaban vestidos con camperas, pantalones tipo jogging y sin barbijos, hecho que permitió observar sus rostros.
Según relató la mujer tenían acento portugués y el que portaba la mochila fue el que primero abrió los exhibidores y cargó los teléfonos, mientras que los demás hacían lo mismo pero los guardaban entre sus ropas. El que llevaba el bolso fue el primero en salir, seguido a paso acelerado por los dos cómplices. Presuntamente escaparon a bordo de un vehículo de color blanco.
Rápidamente, la víctima quien no habría sufrido lesiones avisó al dueño del local y a la policía acerca de lo sucedido. Personal de la comisaría Primera llegó al lugar y con los primeros datos comenzó la búsqueda de los autores. Los registros de las cámaras de seguridad podrían ser un elemento importante para que los investigadores puedan determinar la identidad de los sospechosos y descartar que sean malvivientes locales que se hicieron pasar por brasileños.
En el recuento de lo sustraído el propietario del local pudo identificar que se apoderaron de 5 teléfonos nuevos de las marcas Samsung modelos A-13, A-3, y J-2, Motorola E-7 y uno Blue usado.
En el lugar trabajó personal de la División Criminalística de la UR-VIII. La pesquisa continuaba para procurar la detención de los autores y el recupero los teléfonos.