Los trabajadores de la Unidad Ejecutora Provincial, acompañados por el gremio ATE, realizaron ayer la segunda jornada de paro en el mes de junio en reclamo de mejoras salariales y fin de la precarización laboral.
Además del paro, marcharon a Casa de Gobierno para obtener algún tipo de respuestas, dado que sostienen que hay buena voluntad por parte del coordinador, Esteban Romero –exintendente de San Ignacio– quien estaría impidiendo una mesa de diálogo, acusaron los trabajadores.
“La situación muy crítica, prácticamente insostenible. Desde hace mucho tiempo venimos luchando contra la precarización laboral en la UEP. Es como si esto fuera un taller clandestino de costura, estamos trabajando por 35 mil o 44 mil pesos”, dijo uno de los trabajadores.
Recalcaron que “el 80% total del personal de la UEP son contratados sin relación de dependencia, es decir que son monotributistas por lo cual a esos ingresos se les hacen los descuentos”.
Y que “en marzo les habían prometido de palabra actualizar los montos a $85 mil, nosotros habíamos aceptado -a pesar de que no cubre las necesidades básicas-, pero todavía no se hizo efectivo”.