El escenario de faltantes que evidencian la industria y el comercio sigue ganando velocidad en esta etapa del año. Y la aparición de variables negativas como el desabastecimiento de gasoil no ha hecho más que desnudar aún más las dificultades que atraviesan los sectores productivos de la Argentina.
La industria, por un lado sufre la escasez de dólares para importar insumos y materias primas. A esto se le sumó la complicación de la logística reducida por la escasa disponibilidad del combustible.
En ámbitos como la construcción y la producción automotriz dan por descontado, además, que las complicaciones se profundizarán durante la segunda mitad de 2022.
En el segmento de los desarrollos inmobiliarios, desde la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) comentaron a iProfesional que las complicaciones para hacerse con insumos importados siguen alargando la entrega de nuevos departamentos.
El desabastecimiento de materiales continúa profundizándose y a los faltantes de artículos de grifería e iluminación ahora se añadió la ausencia de repuestos para sistemas de aire acondicionado centrales, calefacción y calderas.
“Repuestos de equipos centrales no hay, por lo que no estamos pudiendo ponerlos en marcha. Eso en sistemas de aire acondicionado, pero en las últimas semanas se complicaron más las calderas. En cuanto a iluminación, apenas se consigue algo nacional y es muy poco el stock existente”, dijo a este medio Darío López, titular de la SCA.
“En nuestro caso, tenemos carpintería que no hemos podido entregar porque hay desabastecimiento de herrajes. Tampoco podemos dar con revestimientos. Lo poco que se consiguen, además, viene con un precio casi imposible de cubrir. Los valores de los insumos importados están subiendo casi un 2% en dólares a nivel mensual”, agregó.
López sostuvo que si bien el metro cuadrado evidencia aún una merma importante respecto de los niveles pre pandemia, la suba de costos por variables como el faltante de importados redujo fuerte la diferencia a favor de los inversores en dólares.
“Las dificultades para ingresar materiales encarecen los insumos y eso complica la cotización del metro cuadrado nuevo. Está ocurriendo que hay edificios que están terminados y las unidades no se pueden entregar porque faltan, por ejemplo, cámaras de seguridad. Esos elementos que antes eran detalles y ahora no se consiguen, bueno, juegan en contra de los valores del departamento por entregar”, afirmó ante iProfesional.
Por el lado de las pequeñas y medianas empresas, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), señaló que las restricciones están generando un “parate productivo” debido al desabastecimiento de materias primas.
“Las PyME están sufriendo la falta de materia prima que no se produce en el país. Y si bien existe un sistema para garantizar el consumo histórico de cada fábrica, que busca evitar un salto en las compras externas ante la escasez de dólares, la comparación con la casi nula actividad en pandemia y con el año pasado muestra un panorama que no se ajusta a las necesidades de la reactivación”, dijo recientemente.
Rosato alertó que la situación también está generando un efecto no deseado por el Gobierno. El directivo sostuvo que el proceso de sustitución de importaciones motorizado por el oficialismo “quedó virtualmente interrumpido ante las restricciones al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) debido al desbalance en importaciones de insumos versus productos terminados”.
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