Es habitual en los hogares u otros espacios encontrar extensiones múltiples, “alargadores o zapatillas” y con ellos parecen multiplicarse los aparatos eléctricos a enchufar, sin embargo, no todos los electrodomésticos se deben enchufar en ellos y es mejor evitar artefactos como caloventores, heladeras, microondas, hornos eléctricos, plancha o secadores de cabello.
Si bien este elemento permite tener varias conexiones al mismo tiempo, “no es recomendable conectar más de uno o dos y menos los cinco, ya que se sobrecargará la fuente de alimentación de energía o superar la potencia de la misma, pudiendo generar que los cables no soporten, se sobrecaliente produciendo chispazos hasta incluso incendios”, explicó el presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios, Waldemar Laumann a PRIMERA EDICIÓN.
Agregó que se recomienda, al adquirir “una zapatilla”, ver su homologación, calidad del cable y las conexiones internas y el amperaje que soporta.
En cuanto a las viviendas familiares, Laumann remarcó la importancia de revisar las conexiones eléctricas, sobre todo en las viviendas antiguas y realizar nuevas conexiones para las ampliaciones que se van realizando en el hogar, “para no sobrecargar las líneas ya existentes, que quizás, cuando se colocaron fueron pensadas para ese fin y no para más. No hay que sobrecargar sobre la línea original y cuando salta el disyuntor, incluso que hay personas que colocan algo para trabar, pero deben entender, que una vez que saltó, está indicando algo. Luego pasan las tragedias”.
Para lo antes expresado, el presidente de la Federación remarcó la importancia de llamar a un profesional para revisar las conexiones domiciliarias y también para que indique cuáles son los materiales necesarios para contar con la seguridad necesaria.
Calidad
En el mercado existe una diversa variedad de extensiones múltiples, con costos y calidad variada. Al respecto, José Luis Galeano, de Ferretería Centro explicó que “viene una normalizada y otras que son económicas (de 6 amperes) que no están preparadas para ser sobrecargadas, por eso es una zapatilla cortita, chiquita para poner uno o dos artefactos a la vez en ese producto”.
En el caso de los alargadores de 6 amperes, “dan para enchufar un cargador de celular y un televisor. Para un caloventor, se debería usar un multitoma de 10 amperes. Normalmente viene con distintas características como 1,5 metros de cable hasta 5 metros y posee entre cinco y seis toma en una sola plantilla”.
Una zapatilla multitoma, tendría un costo que va desde los 1.800 a 3.100 pesos. “Depende del largo del cable que se requiera, varía el valor por la cantidad de metros que posee”, detalló Galeano.
Si bien se pueden agregar más artefactos, “como dos televisores, un cargador y un caloventor, siempre hay que controlar porque por más que sea más reforzado no se puede poner dos caloventores, porque no va a aguantar, porque por la cantidad que consume, se puede recalentar y derretir el material de la zapatilla en sí”.
Con respecto a los cables que se utilizan de manera interna para un domicilio, “para cada boca debe ser de 2.5mm y cuando se debe hacer otra conexión, por ejemplo para un microondas, horno eléctrico, ducha eléctrica o un aire acondicionado, lo recomendado es que se extienda una línea eléctrica exclusiva, con un cable de 4mm, desde la entrada hacia el artefacto que se va a instalar, al igual que las nuevas ampliaciones que se van a realizar en los hogares u otros espacios”, remarcaron desde Ferretería Centro.
Asimismo, remarcó la importancia de revisar las instalaciones, como mínimo cada 10 años. “Cuando se arma una línea en una casa, es poco probable que se queden con la misma cantidad de artefactos hace cinco años atrás. Cada vez que se van agregando aparatos, se va sobrecargando la línea y por ende se va debilitando, resecando todo. Por eso no es recomendable, algo de mucho consumo recargarlo a la misma línea que ya se posee de 2,5mm”.
Actualmente, “un rollo de cable de 100 metros tiene un costo de ocho, nueve mil pesos y se requiere de dos colores (para identificar positivo-negativo) para renovar las líneas de una vivienda. Luego, a la línea, se le agrega la cantidad de punto y tomas que posea el domicilio, cada una de ellas tiene un costo estimativo de 450 pesos, además los porta lámparas, las bocas de embutir, etc”, destalló Galeano.