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Con apoyo de su directora, un docente del Instituto de Enseñanza Agropecuaria y Electromecánica 7 de Garupá suplió a pura voluntad la carencia de un taller institucional para que sus alumnos del último año, la primera promoción de técnicos en equipos e instalaciones electromecánicas de esta secundaria técnica, pudieran aplicar en la práctica los conocimientos que hasta el momento sólo eran teóricos.
Con una vieja máquina para elaborar leche de soja, donada por la Facultad de Ingeniería de Oberá, y sus propias herramientas (entre ellas las indispensables amoladora y un soldador), guió a sus nueve alumnos del sexto año “B” de Electromecánica para que construyeran una multiprocesadora de granos y forrajes.
Orgullosos de los logros de los nueve estudiantes, la rectora del Instituto de Enseñanza Agropecuaria y Electromecánica 7, Fabiana Weidler, y el docente Cristian Cegelski, contaron la experiencia a PRIMERA EDICIÓN que concluyó el viernes antes del receso escolar con la puesta en marcha de la máquina.
Cuando lo único que no falta es iniciativa
“Este año empecé a trabajar en el Instituto, en las prácticas profesionalizantes. Me encontré con que los chicos llegan a sexto año y no tienen un taller para hacer las prácticas, no hay un espacio para el taller, herramientas ni maquinarias. Tienen la teoría pero les falta la práctica, ni siquiera sabían usar las herramientas básicas”, contó el ingeniero electromecánico Cristian Cegelski.
Ante esta situación, el profesor empezó a pedir donaciones a diversas instituciones, “como también soy docente de la Facultad de Ingeniería de Oberá conseguí que nos donaran varias cosas, entre ellas, una máquina que se había comprado para un proyecto de hace más de treinta años para hacer leche de soja. La máquina estaba la intemperie, casi para descarte, y les pedí que la donaran… como no teníamos nada, pensé que algo podíamos inventar. Con los alumnos debatimos qué podíamos hacer con la máquina en función de lo que le hace falta a la escuela que, además de electromecánica, tiene la orientación agropecuaria donde crían pollos, chanchos y vacas”, contó.
Según recordó, inicialmente pensaban hacer solo una procesadora de maíz. “Pusimos manos a la obra: limpiar, desarmar y reconvertir esta máquina para hacer leche de soja en una procesadora para distintas granulometrías. Así logramos armar esta máquina que puede procesar tres tamaños de granos: por un lado sale harina de maíz, por otro el maíz medio molido y el grano partido por la mitad, es decir que en el mismo proceso logramos tener alimentos para las gallinas y los chanchos. Además, acoplamos a la misma máquina una moledora de forrajes con un sistema de turbinas y cuchillas para moler caña dulce, pasto elefante y mandioca… así se convirtió en la multiprocesadora de granos y forrajes”, contó.
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“Dos pájaros de un tiro”
De este modo, pudieron atender una doble necesidad: por un lado facilitar el procesamiento de alimentos para los animales y por otro, permitir a los alumnos que adquirieran el conocimiento práctico de cortar, soldar, armar motores y hacer conexiones.
“Yo sólo los miraba porque la idea era que ellos lo hicieran solos. Como dice el dicho, matamos dos pájaros de un tiro”, destacó el docente.
Los nueve alumnos que hicieron la multiprocesadora de granos serán a fin de año la primera promoción de técnicos en equipos e instalaciones electromecánicas egresados de la institución.
“En sexto, tienen materias muy específicas, como sistematización, automatización y mecánica donde se requiere que hagan mucha práctica. Nos falta un taller con el espacio adecuado para poder tener una mesa de soldadura, equipo de soldadura, elementos para cortar (amoladoras, taladros, sensitivas…) y las herramientas básicas. A falta del taller, todos los lunes cargo mis herramientas en el auto para llevarlas a la escuela y las traigo nuevamente los viernes para llevarlas a mi casa”, contó el profesor.
Aunque es optimista, Cegelski anticipó que “el año que viene, si seguimos sin taller en la escuela, trataré de pensar en otra cosa… ya estoy viendo qué donaciones podemos conseguir para poder hacer otra máquina”.
Necesidad sin respuesta
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la rectora del Instituto de Enseñanza Agropecuaria y Electromecánica 7, Fabiana Weidler, precisó que tienen mucha demanda de alumnos en el municipio “porque somos la única escuela técnica de Garupá. El Instituto fue creado en 2011 y hace seis años sumamos la orientación en electromecánica. En la actualidad, tenemos 287 alumnos”.
Entre las necesidades más urgentes del establecimiento educativo, se encuentran poder contar con más aulas para hacer frente al crecimiento de su matrícula y el taller para la orientación en electromecánica.
“Sabemos que nuestros primeros egresados como técnicos en electromecánica no tendrán una formación sólida porque, lamentablemente, no tenemos la infraestructura ni el taller para poder garantizar eso. Por ello, necesitamos que las autoridades respondan a nuestros pedidos para poder darles la mejor formación posible a nuestros alumnos”, admitió.
La rectora expresó su enorme orgullo por lo logrado por los estudiantes del sexto año de electromecánica, “la máquina que desarrollaron no sólo será de muchísima utilidad para la escuela, sino que además mostraron muchas habilidades, no sólo cumple la función para la que fue pensada sino que además tiene terminaciones y detalles de acabado que evidencian el gran trabajo hecho”.
Dos proyectos que esperan su puesta en marcha
Hace casi un año, un ingeniero civil que es docente de la institución, elaboró un proyecto de ampliación que contempla más aulas, una sala de profesores y algunas oficinas, fue presentado ante la Dirección Provincial de Arquitectura, pero aún esperan respuesta. En tanto, precisó Weidler que un segundo proyecto, exclusivamente para construir el aula/taller para la orientación electromecánica fue presentado el año pasado ante la Subsecretaría de Educación Técnica provincial y fue aprobado por el Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), “a fines del año pasado el INET envió los materiales para construir, quedando a la espera de la mano de obra”. En cuanto al proyecto para poder ampliar la escuela, la rectora dijo que “hasta el momento nadie se acercó a la escuela para decirnos si el proyecto es viable y si lo llevarán a cabo”.