La emoción se apoderó ayer del tatami misionero. Con 400 inscriptos, se desarrolló ayer la novena edición de la Copa Tokio de judo, organizada por la Federación Misionera y que tuvo como epicentro un emotivo homenaje posmortem al maestro Víctor Galeano.
Judocas de toda la provincia, Corrientes, Chaco, Buenos Aires y Entre Ríos, además de representantes de Paraguay y Uruguay, dijeron presente ayer en el ex Instituto del Deporte, sobre calle Córdoba 69 de Posadas, en una jornada que comenzó por la mañana y se extendió hasta la noche.
Fue un día a puro combate que sólo se cortó al mediodía, para el acto de apertura, y contó con la presencia de distintas autoridades y del secretario de la Confederación Argentina de Judo (CAJ), Eduardo Mariño Rey. En esa ceremonia, la entidad nacional hizo entrega del cinto de 8° Dan al sensei Galeano.
“Estuvo la familia completa, además del papá de mi viejo, Rubén; mi madre y muchos amigos que vinieron desde lejos para estar presentes. Todos quisieron estar para honrar su memoria. Y es que él dedicó más de 40 años de su vida al judo”, le dijo ayer a EL DEPORTIVO uno de los hijos del sensei, Javier Galeano, quien tomó la batuta tras la muerte de su padre y es el actual presidente de la Federación Misionera de Judo (FMJ).
“El sensei nos dejó todo un legado, estamos tranquilos porque este torneo, con esta convocatoria, nos demuestra que estamos por el camino correcto, fomentando la disciplina y los valores del judo, incentivando a que la juventud se inicie en este hermoso deporte”, agregó Javier, quien aseguró que “el balance en cuanto a lo deportivo es más que positivo, esta joven comisión directiva sigue los pasos del maestro, queda a la vista ahora que nos enseñó bien y que hemos aprendido bien”.
En el acto de apertura del torneo también fueron protagonistas quienes son actualmente de los mejores judocas de la tierra colorada. En ese marco, la bandera argentina tuvo como abanderada a Anahí Galeano, escoltada por Analía Machado y Aylén González, todas campeonas en el último Nacional que se disputó en Córdoba.
Respecto a la bandera misionera, el encargado de portarla fue Fabricio Guirland, una de las gratas revelaciones en Infantiles B -hasta 53 kilogramos de peso corporal- y el único misionero convocado al campus de la Selección Argentina que se realizará en las próximas semanas. Las escoltas fueron Valentina Kohen y Sofía Cardozo, también campeonas nacionales en Córdoba.
En cuanto a lo estrictamente deportivo, ayer se llevó adelante la competencia en las categorías infantiles, Cadetes, Novicios y Seniors.
La carta de cassinerio
Este fin de semana estuvo en Posadas en representación de la CAJ el secretario, Eduardo Mariño Rey, aunque el presidente de la entidad nacional envío una carta que fue compartida ante los presentes.
“Debo reconocer públicamente al hombre que se comprometió con sus palabras, las cuales siempre fueron positivas en apoyo de la Confederación y del judo argentino. Y si alguna vez tuvo que observar algo distinto, lo hizo con respeto y con la altura de su propia convicción de decir algo superador para nuestro judo y nuestro desarrollo”, escribió Oscar Cassinerio.
“Víctor Galeano, en su conducción y frente a todo el judo de Argentina, defendió los colores de Misiones y siempre dijo presente (…) Fue un hombre totalmente comprometido con el judo federal y defendió el trabajo realizado por todas las federaciones afiliadas a la CAJ”, agregó.
Sobre el final, resaltó: “Cabe pues en este momento tan particular, donde Javier tomó la posta de su padre para dirigir los destinos del judo misionero, sea quien tenga el honor de recibir este grado honorífico de 8° Dan”, se leyó en la misiva, momento en el que Javier Galeano recibió el respectivo símbolo.
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