A pedido de la fiscalía se citó a un psiquiatra del Poder Judicial para solicitarle una tercera opinión respecto al estado mental de un acusado de homicidio y que está siendo juzgado en el Tribunal Penal de Eldorado.
Fue ayer y en el marco de la tercera jornada del debate donde está sentado en el banquillo de los acusados Alejo Agustín Arévalos, de 23 años. El joven llegó detenido a juicio e imputado por el crimen de Daniel Eduardo De la Vega (44), perpetrado en el cruce de las calles 1º de Mayo y República Argentina de Puerto Iguazú, minutos después de las 2 del jueves 1 de octubre de 2020.
La declaración del profesional está prevista para la jornada de hoy, sin embargo anoche aún no se había confirmado si respondió a la citación, aclararon las fuentes.
Ayer en tanto, comparecieron a pedido de la defensa del sospechoso un psicólogo y un psiquiatra, quienes coincidieron en que el mismo padecería esquizofrenia, debido a una serie de síntomas y diagnósticos que explicaron a los presentes. También brindaron su testimonio una neuróloga, una asistente social y una kinesióloga, quienes al parecer atendieron al imputado antes del hecho, para dar fe de sus distintas dolencias.
Para el representante del Ministerio Público, Federico Rodríguez, sería clave en esta etapa testimonial del debate escuchar al psiquiatra del Poder Judicial que brindó el primer dictamen en la causa, acerca del imputado, donde afirmaría que no tiene problemas mentales, que es consciente de sus acciones y comprendería la criminalidad de sus actos.
Cambio de calificación
Al comenzar el juicio el acusado negó haber cometido el asesinato e incluso dijo que unos hombres a bordo de un automóvil con vidrios polarizados fueron los autores del hecho.
Lo cierto hasta el momento es que, tras llegar al juicio con una acusación como autor penalmente responsable del delito de “homicidio simple”, el fiscal resolvió modificar la calificación legal atribuida a la conducta del imputado y lo acusó por “homicidio con alevosía”.
La diferencia no es poca, la primera figura prevé para aquellos que son hallados culpables, una pena de ocho a 25 años de prisión, en tanto que el último agravante contempla perpetua.
Otro detalle no menor es que al mostrarse las evidencias al Tribunal, se exhibió un video de seguridad y donde, a criterio de la fiscalía, se observa al joven que ahora está imputado apuñalando a la víctima en la vía pública.
Tras mirar estas filmaciones Rodríguez expresó: “Es evidente la alevosía, el ataque a traición. Antes dejó pasar un automóvil, lo siguió (a la víctima), luego esperó y aceleró el paso para agredirlo”. Por otra parte, dos testigos afirmaron que la noche del hecho vieron al acusado vestido con las mismas prendas de vestir que se observaron en las cámaras.