Desde mañana, lunes 8 de agosto, los pasajeros del área metropolitana de Misiones (compuesta por Posadas, Garupá y Candelaria) deberán pagar más caro el “servicio” de transporte urbano y del Sistema Integrado, donde el Grupo Z tiene un 85% y un 100% de las prestaciones respectivamente.
El tercer “boletazo” del año seguramente tomará por sorpresa a muchos usuarios cotidianos, que lejos están de recordar la autorización que dio el Gobierno. Así, el costo del boleto en Posadas será de $50 con la tarjeta SUBE Misionera (del mismo Grupo empresario) y $70 sin ella. Mientras que a Garupá costará $65 con el plástico y $90 sin la SUBE. A su vez, entre Posadas y Candelaria, pasará a valer $76 con SUBE y $100 sin la tarjeta.
Sin embargo, ir a los diferentes barrios de las tres ciudades, implicará poder escuchar las críticas que existen por las formas en que se viaja. Desde hace años, aun cuando el Grupo Z se irrita y publica solicitadas y posteos en sus redes sociales, entre los pasajeros se habla de “viajar como ganado”: todos apretados, peleando por un lugar en un colectivo, particularmente en los horarios considerados “pico”.
Desde hace años tampoco se implementaron decisiones políticas que obliguen al concesionario “sensible a las críticas”, a cambiar una triste realidad para quienes pagan por trasladarse.
Tanto el Grupo Z como algunos funcionarios, hacen ver la situación como si se tratara de un favor que estuvieran al frente del transporte de pasajeros. Y cada tanto, amenazan con un lock out o mueven a la UTA para que paren pidiendo aumentos de sueldo, lo que les sirve para negociar más subsidios con los tres Estados (municipal, provincial y nacional).
Hace muchos años que se lanzan ideas de modernidad y superación: desde paradas inteligentes con pantallas que avisen si el colectivo está cerca, tiempo de duración de los viajes, etc; hasta el SUBI, el pago con una App en el celular que hace casi un mes que debió empezar y nunca lo hizo.
En la memoria quedaron aquellos colectivos grises y verdes o los morados que se presentaron como “nuevas unidades” para el Sistema Integrado y urbano pero eran de los que temporalmente habían dejado de funcionar para las empresas que el Grupo Z tiene en Buenos Aires.
Se debe mencionar que hubo promesas de ampliar hasta medianoche la apertura de las transferencias, pero terminaron operando como “prueba piloto” hasta las 23.
Y mientras buscan instalarse como víctimas del desfinanciamiento del Estado y como “heroicas” empresas que siguen con las prestaciones, amplían sus inversiones dentro y fuera del país. La última fue la puerta que el intendente Pablo Hassan les abrió para que se quedaran con el servicio en Oberá. Evidentemente, tan mal no les va.
Lejos de pensarse en una gratuidad generalizada (hoy existe el Boleto Educativo y para la tercera edad sin costo para los pasajeros pero lo paga el Estado con subsidios), lo que se esperan son modos de impedir que miles de personas padezcan cumplir con sus obligaciones cotidianas por falta de frecuencias o recortes sin aviso previo; unidades en mejores condiciones donde no se vea el asfalto por el piso ni los asientos “bailen” al ritmo del trayecto de los colectivos; aire acondicionado para los largos tiempos de mucho calor; más lugares de recarga de crédito y ampliación de montos por usuario; SUBE nacional con mayores beneficios; entre las principales.
Lamentablemente, en esta parte de la provincia donde se concentra más de un tercio de la población de Misiones, ni la política ni los Z están enfocados en un fuerte cambio antes que en los constantes “boletazos”.
A la espera de la “superlapicera”
Juró Massa y el Gobierno de Misiones le dio su pleno respaldo como “superministro” de Economía, Desarrollo y Agricultura de la Nación. Mientras acomoda su equipo, en la tierra colorada son muchos los que esperan ver qué firma la “superlapicera” del bonaerense. Cámaras de Comercio, federaciones de empresarios de distintos rubros, hasta organizaciones piqueteras le hicieron llegar al exdiputado nacional un petitorio con solicitudes basadas en sus medidas anunciadas recientemente.
Herrera Ahuad, que asistió a la jura pero no pudo reunirse en privado con el Ministro, espera su turno para hacerle llegar un ayuda memoria que, en realidad, Massa conoce en detalle por las negociaciones parlamentarias para incluir beneficios fiscales en los proyectos de ley de presupuesto.
A nadie escapa que los incentivos impulsados por los programas “Ahora” o las otras numerosas herramientas del Estado provincial, se complementan en el último tiempo con el ingreso de millones de reales y guaraníes a la tierra colorada por la fuerte devaluación del peso, principalmente en el comercio, el turismo, los restaurantes.
“Se estiman cientos de millones de dólares al mes que ingresan y se quedan en Misiones favoreciendo a todos los rubros por el tipo de cambio competitivo, que pone a Misiones como un lugar económico para paraguayos y brasileños. Se percibe un movimiento cinco veces mayor a la era de Mauricio Macri”, destacaron en el Gobierno misionero.
Ayer, aseguraron incluso que “los niveles de ventas y facturación del Black Friday 2022 en Posadas marcan un récord histórico que no sorprende a nadie, teniendo en cuenta los números estadísticos que se vienen registrando en el transcurso del año y que marcan un crecimiento explosivo y expansivo de la economía misionera hacia todos sus rubros”.
Sin embargo, casi a coro, no hay representante de la renovación que no recordara en estos días que la Nación “le debe” a Misiones la Zona Especial Aduanera, la reglamentación del Artículo 10 de la Ley PyME, las compensaciones por coparticipación y ambientales que favorecerían más aún el panorama financiero provincial.
Con un Massa enfocado en la inflación, el déficit fiscal, el dólar, el presupuesto 2023, las reservas del BCRA, la interna oficialista, las elecciones del año que viene, será difícil presionar para que también enfoque en las realidades provinciales como las de Misiones si sostiene un manejo personalista centralizado. Algo podría cambiar si delegara definiciones en sus secretarios de las distintas áreas para dar federalismo y agilidad a la gestión que recién comenzó.
Herrera en un panel de Clarín
El martes que viene, el Gobernador participarán en el ciclo “Democracia y Desarrollo” que realiza el Grupo Clarín en el auditorio del Museo MALBA de la ciudad de Buenos Aires. Será parte de la tercera mesa de expositores, donde se abordará la producción agropecuaria y las cadenas de valor, puntualmente en lo que respecta a las “Políticas para impulsar el sector”.
Oscar Herrera Ahuad lo compartirá con el entrerriano Juan José Bahillo, flamante secretario de Agricultura de la Nación; Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos; Manuel Otero, director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura; y Ricardo Buryaille, diputado nacional, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados y ex ministro del sector en el macrismo.
Aprovechando su estadía en Buenos Aires, PRIMERA EDICIÓN pudo saber que verá al ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, por las obras millonarias que sigue necesitando financiar Misiones como rutas (la continuidad de la Autovía de la 12; la terminación de la nacional 105; varias provinciales por asfaltar) y de agua potable (donde una en Iguazú implica más de 800 millones de pesos).
A su vuelta, el viernes (se cambió la fecha por el viaje del Gobernador), estará en Misiones con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan Cabandié.
El visitante promete llegar a Iguazú (donde aterrizará) con un paquete de inversiones en el Parque Nacional Iguazú y parte de los fondos para modernizar el campamento estudiantil Yaguareté que está dentro del área protegida.
Luego irá a Apóstoles para habilitar la base regional del Sistema Nacional de Manejo del Fuego y, finalmente, visitará la planta de biogás en Fachinal para su posterior regreso a la ciudad de Buenos Aires.