La historia de vocación y misión de la hermana Elizabeth Sebastián nace en su nación natal Sri Lanka (Asia). Desde aquel país insular al sur de la India, en el océano Índico, llegó a la Argentina, más precisamente a la tierra colorada en 2009. Si bien ha realizado otras tareas, actualmente se encuentra digiriendo el monasterio de la Santa Cruz, que comenzó a funcionar hace apenas 4 meses.
Elizabeth, es hermana Contemplativa de la Sagrada Familia hace 30 años. Todo comenzó cuando ingresó al Instituto de la Sagrada Familia de Burdeos, en Sri Lanka, en 1985. Luego fue a Francia para el noviciado en 1989, posteriormente hizo sus primeros votos el 25 de marzo de 1992, y volvió a su país natal. Desde allí la enviaron a la Argentina, el 11 de octubre de 2009 y desde entonces vive en Misiones.
“Desde el momento en que llegué aquí conocí la cultura, la mentalidad y la realidad actual de nuestra diócesis. La falta de vocaciones, la crisis de fe, la pobreza espiritual de la gente, especialmente de las jóvenes, todo esto me inspiró a rezar muy intensamente, sentí profundamente que ellas están necesitadas de mis oraciones y de mi acompañamiento espiritual. Así que empecé a rezar. A veces acompañaba a las chicas que venían a nuestro monasterio con una necesidad espiritual de silencio, oración o para hacer retiros espirituales”, precisó a PRIMERA EDICIÓN.
Llamada de Dios
Rememorando la manera en la que surge la iniciativa del monasterio, la hermana Elizabeth precisó que el llamado fue durante sus oraciones de la noche. “Tuve una profunda experiencia de fe en mi corazón, escuché claro la voz de Jesús, miré su rostro en la cruz y sentí que me decía ‘mírame aquí, trae a mi corazón las almas que tienen crisis de fe. Por eso ¡Sal! Te necesito. No tengas miedo, yo estoy contigo’”, recordó.
Y agregó que esta situación la impactó. “Lloré, pero sentí una paz y una alegría interior, que no puedo expresar con palabras. Sus palabras me conmovieron mucho. Con el pasar del tiempo comprendí que Dios me pedía dar un paso más en mi vocación como hermana Contemplativa.
Entonces sentí la necesidad de discernir esta llamada y responder a Dios. El instituto me otorgó el permiso para hacer el proceso de discernimiento. Al finalizar de ese tiempo, me di cuenta de que era una llamada personal para mí. Después de eso tomé la decisión de responderle al Señor”, remarcó.
A ese llamado que sintió, expuso que sintió que debía responder como lo hizo Abraham. “Dios dijo a Abram ‘Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré’. Y así lo hizo, refugiándose sólo en Dios. Cuando llegó el momento de Dios, abandonó el país y se fue al lugar donde el Señor le mostró.
Yo también al final del discernimiento, y como Abraham tomé la decisión de salir del Instituto e ir a donde Dios quería que estuviera. Y donde quiere allí estaré y regresé a la Argentina el 5 febrero de 2022”, explicó. En cuanto a esta situación, agregó que “esta vocación es una llamada dentro de la llamada.
Contemplación en acción, transmitir el amor de Dios a toda la humanidad y dar a conocer el amor de la Santísima Trinidad. Yo agradezco de todo corazón por todo lo que he vivido y recibido de mis superioras y hermanas en la congregación de la Sagrada Familia de Burdeos”.
El monasterio
Dentro de ese proceso de discernimiento por el que tuvo que pasar la hermana Elizabeth, “hablé con el obispo Monseñor Juan Rubén Martínez sobre lo que Dios me pedía, fundar un monasterio de Vida Contemplativa Diocesana y él aceptó, entendió lo que Dios quería, afirmando que esto es una gracia, la vida contemplativa es el pulmón de la Diócesis.
Estoy muy agradecida con él y los presbíteros que lo acompañan, especialmente con padre Sebastián Escalante (vicario general) como responsable de la fundación del monasterio de la Santa Cruz y al padre Javier Alegre (párroco de Santa Ana) como capellán del mismo”.
En el marco de este trabajo que venía desarrollando, el 25 de marzo “con mucho gozo y alegría, renové mis votos como contemplativa de la Santísima Trinidad y Fundadora del Monasterio. Así fue, que el día 17 de abril se inaugura el nuevo monasterio de la Santa Cruz, Hermanas Contemplativas de la Santísima Trinidad, en la localidad de Santa Ana Misiones, ubicado en calle los Lapachos esquina Hernández en diagonal al Polideportivo”, recordó.
Durante esa jornada, se realizó la bendición del monasterio, con la presencia de algunos sacerdotes de la diócesis de Posadas, de Oberá, de las consagradas diocesanas custodias del Santísimo Sacramento y fieles de la comunidad de Santa Ana. “Por gracia de Dios, actualmente están haciendo su discernimiento vocacional tres personas en nuestro monasterio”, precisó.
El carisma de las contemplativas es “la caridad de la Santísima Trinidad, es decir Amor Trinitario. Nuestra vida es contemplación en la acción, es vida de silencio, de soledad, de oración continua, comunitaria, de obediencia a la voluntad de Dios: con humildad, honestidad y fidelidad. “Ora et labora” (reza y trabaja). La Virgen María es nuestro modelo por excelencia, en el silencio de la fe”.
Solvencia
La responsable del monasterio precisó que el mismo se sostiene por las ayudas del Obispado de Posadas, “hasta que podamos organizarnos con las labores cotidianas”.
Asimismo expuso que actualmente “la capilla está abierta todos los días, para aquellos fieles que deseen encontrarse con el Señor, de 7 a 19. Una vez al mes invitamos a los niños de nuestra comunidad parroquial y a sus padres, a pasar el día con nosotras, compartiendo con ellos”.
También, todos los jueves de 17 a 19 realizan adoración al Santísimo Sacramento y bendición con el Santísimo, luego Santa Misa.
Las celebraciones litúrgicas son de lunes a domingo, con rezo de Laudes, Sexta, Vísperas, Oficio de Lectura y oración de Completas. Los sábados rezan el Santo Rosario en comunidad a las 12 y los días domingos adoración al Santísimo de 9 a 11.
“Además, durante la semana tenemos formación y trabajo, descanso. Nosotras rezamos todos los días y encomendamos al Señor todas las intenciones de la humanidad entera, pero rezamos especialmente por la paz mundial, especialmente por los países en guerra, por los enfermos, por la familia, los jóvenes, por los sacerdotes y por vocaciones”, detalló.
La hermana Elizabeth Sebastián agradeció la oportunidad de compartir “este modo de vida del cual muy poco se habla. Nuestra vida es una vida escondida en Cristo Jesús. Llevamos una vida oculta y laboriosa”.
*Los que deseen contactarse, pueden comunicarse al número de Whatsapp 3765366013 o bien por inbox de Facebook monasteriodelasantacruz o bien al mail: [email protected].