Todo en esencia es consciencia,
aunque la ciencia quiera desmentir
y la razón discutir,
llegamos al punto en que el observador define los tantos
si la partícula actúa como tal o como un quánto.
-¿No veis acaso que la observación es de ella su función?
Si tan sólo el hombre observara
sin dejar que la mente razonara
vería que el producto de su mente
en materia se convierte.
“Y el verbo se hizo carne”, comienza en Juan,
o sea que con la voz lo cuántico en tangible, convertir podrán.
“Polvo de estrellas eres”, también has escuchado,
pues brilla cual ellas, manifestándolo en lo por ti actuado.
-¿Entonces, luz y actos es en esencia lo mismo?
-Si, ya que pensamiento y sentimiento se traducen en electromagnetismo.
Aprovechen los flashes solares para mejorar vuestros actos permanentemente,
pues son un golpe de consciencia ocupando un vehículo de luz y vienen de la Fuente.
-Si la luz o la oscuridad del mundo Soy,
dependerá de los actos que elijo hacer hoy.
Por eso Padre, mantén mis pensamientos atados a ti en todo momento
e infinitas son las gracias que mi corazón da por enseñarme a ser tu instrumento.
Todo en esencia es consciencia, lo dice la ciencia y las escrituras, ¿por qué es entonces que cuesta tanto entender que son los actos, los cuales son producto de ella, los que nos definen e identifican, los que ponen luz u oscuridad, crean, construyen o destruyen, según ellos sean?
Si conciencia tiene el hombre y consciencia es la Fuente, ¿cuál es la gran diferencia que esa “s” intermedia hace?
Es hacer consciente lo inconsciente, lo que tenemos grabado en forma errónea o creencias inservibles para cambiarlas y lo verdadero para agigantarlo y “hacerlo carne”.
Cuando el hombre decide caminar lo divino y entrega su existir al Padre que está dentro suyo, deja de ser un homo sapiens para empezar, por elección, a transitar los caminos del Reino de Dios y manifestar su comunión al Ser Uno con Él en pensamientos, palabras y obras, por lo que el cielo en agradecimiento por querer ser Su instrumento, le otorga los dones divinos que siempre han sido suyos.