Cada 29 de agosto se celebra en el país el Día del Abogado, en conmemoración del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, uno de los autores de la Constitución Argentina de 1853. Esta fecha fue establecida el 19 de diciembre de 1958 por la junta de Gobierno de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), y se comenzó a adoptar bajo la presidencia de Arturo Frondizi.
Juan Bautista Alberdi es considerado uno de los pensadores más importantes del siglo XIX. Se trata de un letrado, jurista, diputado, economista, escritor y músico, que fue el autor de Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, un texto que se consideró base para la Constitución Nacional de 1853.
Nació el 29 de agosto de 1810 en San Miguel de Tucumán, hijo de Josefa Rosa de Aráoz de Valderrama y Salvador Alberdi, y realizó sus estudios en Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Uruguay, y fue en Chile donde se recibió de abogado. En Argentina, formó parte de la denominada “Generación del 37”.
Se trataba de un grupo de jóvenes intelectuales opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas, que se consideraban “hijos” de la Revolución de Mayo. Dentro de sus miembros se encontraban Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, entre otros.
Ese enfrentamiento con Rosas obligó a que el abogado dejara Buenos Aires y se estableciera en Montevideo. No obstante tiempo después tuvo que volver a exiliarse y su destino fue Francia, país en el que conoció a otro prócer de la Argentina como lo fue el General José de San Martín.
Luego de la caída de Rosas en la Batalla de Caseros de 1852, fue cuando Alberdi escribió su libro principal, que sirvió de fuente para la Constitución Argentina sancionada al año siguiente. En 1855 comenzó a desempeñarse como diplomático en Europa y, tras varios años allí, en 1878 regresó a la Argentina. En ese momento fue elegido Diputado Nacional por la provincia de Tucumán.
Más adelante, el presidente Julio Argentino Roca lo postuló para ser embajador argentino en Francia. Sin embargo, esta propuesta no logró ser aprobada por el Congreso como consecuencia de diversos enfrentamientos políticos, motivo por el cual Alberdi decidió exiliarse en Francia. Falleció el 19 de junio de 1884, a los 73 años, en Neuilly-sur-Seine (París), pero su recuerdo se volvió imborrable en la Argentina.
Cinco años después, en 1889, el presidente Miguel Ángel Juárez Celman ordenó exhumar los restos de Alberdi para su repatriación. Fue sepultado en el Cementerio de la Recoleta hasta que, en 1991, se trasladaron sus restos a la Casa de Gobierno de Tucumán.
Aunque nunca ejerció aquí como abogado, fue defensor de la paz y del sistema republicano, además de sentar las bases para la Constitución Argentina, lo que hizo que su obra perdurara en el tiempo y que se lo homenajeara estableciendo la fecha de su nacimiento como Día del Abogado.
La unión nacional
El primero de mayo de 1853 los diputados de las provincias (excepto los de Buenos Aires), reunidos en Santa Fe, sancionaron la Constitución Nacional, en respuesta a una necesidad que surgió tras la Revolución de Mayo. Su objetivo era constituir la unión nacional, afianzar la justicia y consolidar la paz interior.
Los postulados normativos de nuestra Constitución sufrieron su última reforma en 1994; cuyo proyecto surgió a partir del consenso entre las dos fuerzas partidarias mayoritarias de ese momento: el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical.
En su conjunto, la reforma no cambió los principales contenidos de la Constitución de 1853, aunque modificó parte de la estructura institucional e incorporó nuevos derechos, a partir del reconocimiento de jerarquía constitucional a los tratados internacionales sobre derechos humanos.