La madrugada del pasado domingo 28 de agosto comenzó con un escándalo que involucra a dos trabajadores del hospital SAMIC de Eldorado, uno de ellos con funciones jerárquicas y familiar directo del ministro de Salud, Oscar Alarcón.
El tercero y autor del video donde se expone parte de un conflicto familiar, es el esposo de uno de los funcionarios del mencionado nosocomio. Si los hechos relatados, que aún no cuentan con una queja o presentación formal en la sede hospitalaria, no hubieran ocurrido en un edificio público, en horario de servicio de los apuntados y los protagonistas no fueran empleados del Estado, tal vez no hubiese tomado la trascendencia en las últimas horas.
Todo comenzó con imágenes de la noche, donde quien filma hizo referencia a un engaño amoroso de su pareja con el jefe de área del SAMIC Eldorado. En la misma sostiene que ese engaño se habría producido en un vehículo, en horario laboral del sector de emergencias del hospital, por parte de los señalados.
Sin embargo, en una nota dirigida al director, Rodrigo Durán, el de mayor jerarquía entre los acusados de no estar en su lugar de trabajo, aseguró que en “…momentos en que varios agentes públicos estábamos afuera de la oficina del 107 para no estar dentro de una habitación entre varios trabajadores, salimos a la espera de un llamado varios de los que allí trabajamos. En esas condiciones, estando tomando mate algunos de ellos y otros estando solamente charlando como compañeros de trabajo, se apersonó exaltado y fuera de sí quien fuera, según tengo entendido, cónyuge de quien estaría separado hace algún tiempo como lo refiera la nombrada persona”.
“No obstante ello, estando como ya dije, solo charlando algunos de nosotros y otros tomando mate, ésta persona apareció de la nada con un celular en la mano y gritándonos a los allí presentes. Se dirigió a mi persona como si yo tuviera algo sentimental relacionado con su excónyuge. Si bien en situaciones como esa en la que no es difícil reaccionar, mantuve la cordura y dicha persona me invitaba a pelear como refiriéndose a que yo lo instigaba a ello o hubiera dicho algo parecido, lo cual es para nada cierto”.
Dijo tener testigos y agregó: “Dejo constancia que el servicio estaba cubierto y que además queda registrado toda llamada entrante, sea o no atendida lo cual –esto último- no ha sucedido. Es evidente que estamos en presencia de una situación de pareja no resuelta entre ellos, que en forma lamentable y falsa me involucran, perjudicándome en lo social y con ello para evitar rumores infundados que puedan perjudicarme en lo laboral”.
Más allá de la cuestión privada de los involucrados, en el Gobierno de Misiones buscarán obtener información si hubo quejas por falta de atención en ese horario y despejar cualquier indicio que lleve a establecer si se produjeron hechos cuestionables durante la prestación de servicios.
Hasta ayer, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que no hubo una presentación formal en queja contra los señalados en las publicaciones virales, ni prueba de lo que se los acusó. Por lo tanto, no se iban a tomar medidas internas.