El pasado sábado 20 de agosto se conocía el decesoEmanuel Salina (30) al caer al arroyo La Chancha. El caso se investigó como un siniestro vial precedido por un robo que habría cometido la víctima, quien fue perseguido por quien conducía un taxi. Con el paso de los días y las pruebas recabadas, la Justicia determinó que el hombre no murió por haber sido atropellado, hecho que deslindó a la conductora de la responsabilidad por la muerte.
Según pudo saber este Diario, la carátula del expediente es la de “lesiones culposas”. Esto no descarta que la joven de 29 años hubiera embestido a quien le sustrajo sus pertenencias y por ello seguirá supeditada al devenir del caso. El automóvil, un Renault Clío le fue restituido luego de las pericias que fueron practicadas.
Previamente la pesquisa había determinado que existía una vinculación entre Emanuel Salina, la taxista, de 29 años y la colisión que ocurrió en la esquina de la avenida 115 y Martín Fierro.
En base a relatos de testigos y de las cámaras de seguridad de la zona los investigadores pudieron confirmar que Salina, quien poseía antecedentes por delitos contra la propiedad, fue visto cuando corría por la avenida 115 hacia el norte. Lo seguía un taxi que al doblar a la izquierda por avenida Martín Fierro lo embistió.
Personas que se encontraban en un comercio de la zona manifestaron que mientras quien conducía el Clío siguió presuntamente sin detenerse, el hombre alcanzó a levantarse pero al hacerlo cayó al barranco del arroyo de unos tres metros de profundidad.
Los testigos presenciales avisaron a la policía quienes solicitaron una ambulancia para asistir al herido. El personal médico constató que el hombre ya estaba sin vida. Presentaba una lesión desgarrante en el pómulo izquierdo y parte de la cabeza que permitía ver la parte ósea. Lo que siguió fue solicitar la colaboración de la División Rescates Complejos para sacar el cuerpo del lugar.
Mientras esto ocurría con las características del vehículo y la patente que fue registrada por los testigos, la policía ubico al taxi en una vivienda de la avenida 115. Preservaron el lugar y con las testimoniales supieron que había sufrido un robo de parte del sospechoso. Los peritos registraron huellas dactilares del vehículo y por orden del Juzgado de Instrucción 3 a cargo del magistrado Fernando Verón fue incautado el automóvil.
Según pudo saber este Diario, entre las prendas que tenía Salina, precisamente en su ropa interior, hallaron una billetera que sería la que pertenecería a la trabajadora del volante.