Seguramente habrás escuchado hablar de inteligencia interpersonal. Es la capacidad de llevarnos bien con la gente. ¡Algo tan necesario por estos días!
Pero todos contamos con otra clase de inteligencia, que es tan importante como la primera y muchos desconocen: la “inteligencia intrapersonal”.
Esta es la capacidad de llevarme bien conmigo mismo. ¿Alguna vez te has detenido a considerar cómo te llevás con vos mismo?
¿Podrías decir que sos la persona que mejor te conoce? ¿Sos consciente de tus fortalezas y debilidades? Mucha gente desconoce su mundo interior y levanta un muro alrededor de su vida para que los demás no los vean tal cual son.
Cuando no tenemos en claro quiénes somos, adónde vamos y con qué herramientas interiores contamos, corremos el riesgo de boicotearnos inconscientemente nuestro bienestar y nuestro futuro.
¿Sabías que casi todas nuestras limitaciones nos las imponemos a nosotros mismos? Por ese motivo, haríamos bien en tomarnos el tiempo para preguntarnos (y respondernos con sinceridad): “¿Qué es lo que me está impidiendo crecer y avanzar en la vida?
¿Se trata de algo externo o que no conozco mi propio potencial? ¿Qué puedo hacer para cambiar?”.
La mayoría de los seres humanos en todo el planeta, incluso sin ser conscientes de ello, nos autolimitamos a través de las siguientes actitudes tóxicas: el miedo, la tristeza, la queja, la envidia, las excusas, la comodidad, la pasividad, la inseguridad.
Sea lo que sea que nos esté deteniendo, es muy importante darse cuenta de ello para poder hacer algo al respecto.