¡Oh! Llama Violeta, Gran Fuego Sagrado
que siempre has estado
y por divina gracia hoy puedo comprender
cómo es en mí tu proceder.
Conocimiento que antes era para unos pocos elegidos,
ahora para iluminar la humanidad entera has venido,
siendo que nunca te has ido,
sólo nuestra percepción del Bien ha cambiado
accediendo a ser todos iluminados.
Muy pocos mundos tienen sentimientos y libre albedrío
y son éstos responsables de nuestros errores creativos.
Hoy Elios-Logos acelera nuestros electrones
liberándonos de la ignorancia mantenida por eones.
Aprovechemos este empujón ascensional
para nuestros errores karmáticos borrar
ocupando el AIM y el Fuego Sagrado, lo vamos a lograr.
Es ésta la ley del perdón
Que al quitar el error deja el don
quedando incapaces de cometerlos
sólo nos deja la capacidad de vivir lo bello.
Pertenecemos a un sistema de mundos y la Tierra es uno de los pocos donde se experimenta el sentimiento y el libre albedrío, juntos conforman un poder creativo que nos hace creadores de realidades, de universos y por ignorancia lo hemos ejercido arbitrariamente.
Ahora se nos da la oportunidad de saltar la rueda kármica al tener acceso al conocimiento y liberarnos del ir y venir a experimentar nuestras propias creaciones de sufrimiento llamadas pecados que en realidad son errores creativos.
Hoy este conocimiento debe distribuirse en forma libre y gratuita, ordenaron los maestros que lo trajeron hace 4,5 millones de años ante la inminente destrucción del planeta para rescatarnos de la cárcel de la mente.
En las Eras anteriores fueron instruyéndonos sobre el uso de los rayos cósmicos a los pocos iniciados en las escuelas de sabiduría por el riesgo de ser entregado a seres no preparados dado su poder creativo, esto ocurre así debido a que se ha cumplido el tiempo cósmico y los rayos que hoy nos llegan desde el Sol-Elios-Logos tiene la capacidad de, al acelerar nuestros electrones conferirnos información, proceso que podemos ayudar con el uso de la llama violeta y el AIM, sonido primordial que se vocaliza aiam.
* Fuente: Lita Donoso