Bajo el lema “Con San Ramón, misión y profecía”, la Capilla San Ramón Nonato, de la Diócesis de Posadas, celebró ayer miércoles su fiesta patronal donde las embarazadas y parturientas se acercaron a recibir la bendición que las proteja y acompañe en cada momento.
El sacerdote Víctor Benítez tuvo a su cargo las cuatro misas que se desarrollaron a lo largo de toda la jornada de la víspera, como así también de los bautismos, debido a que San Ramón también es considerado el protector de los niños.
Antes del inicio de una de las misas, Benítez explicó a PRIMERA EDICIÓN que ayer fue la primera vez que tuvo a su cargo el festejo patronal de San Ramón, donde llegó hace un mes, ya que anteriormente desempeñaba sus funciones en la parroquia de Luján, en Garupá. “Soy el párroco de San Antonio, a la cual pertenece la capilla San Ramón y a un mes que estoy acá me tocó esta celebración que para mí es muy especial porque pertenece a una comunidad en la que participé desde muy joven, debido a que yo provengo de Santa Rita de Cascia, acá cerquita nomás”.
Agregó que “esta fiesta es muy importante para nuestra iglesia católica porque la figura de San Ramón está ligada al embarazo, a las madres que están esperando el hijo por nacer, y resulta un desafío para una sociedad convulsionada, con un testimonio diferente. Entonces esto es para nosotros un privilegio, celebrar a esta figura y que Jesús nos dé este regalo”.
El patrono de las embarazadas y parturientas, tiene su sede en la capital provincial sobre la avenida Ituzaingó casi Las Heras, en el barrio Tacurú, donde abraza a una gran comunidad y se caracteriza por su permanente trabajo.
El sacerdote remarcó que “en esta fecha tan particular llegan numerosas mujeres que buscan ser madres, otras que están embarazadas y necesitan la contención necesaria porque esos nueve meses de gestación no suelen ser sencillos para muchas de ellas y es por intercesión de San Ramón, en oración, que las protege y los chicos lleguen en término, puedan nacer bien. También muchas abuelas vienen a pedir por sus hijas”.
Agregó que “también es muy frecuente que vengan a dar gracias y eso reconforta. Además, en esta ocasión la fiesta patronal cayó un día laboral y a pesar de ello la gente está viniendo en buen número a las misas previstas”.
Romina González fue una de las embarazadas que llegó con Nahuel en su panza, para recibir la bendición en el día de San Ramón y contó que “me faltan dos meses y ya nacerá mi primer hijo. Costó pero llegó este momento de mi vida con mucha fe”.
A su turno, otra de las jóvenes señaló que “hay que tener fe y encomendarse a San Ramón, él no falla. Hoy vengo a agradecerle porque estoy esperando mi segundo hijo por su intercesión ante Dios”.