Al menos cuatro delincuentes participaron del robo a una mujer taxista el último miércoles durante la noche. Un hombre aparentemente joven simuló ser un cliente y requirió el móvil conducido por la mujer de 27 años identificada como Melina Lister, en un punto de encuentro (estación de Servicio Axion) ubicada sobre ruta 13 en la zona urbana de San Vicente .
Según consta en la denuncia, la víctima, relató que el pasajero le pidió hacer un viaje desde la zona urbana a un lugar ubicado a unos cuantos kilómetros de donde subió, pero en el camino comenzó a sospechar, a tener miedo y trató de avisarle a su madre.
“Iba todo bien hasta que pasamos por un lugar y se pregunta que funcionaría allí. Me había dicho que era de la zona y que no conozca esa fábrica o la facultad (en referencia a la Universidad Nacional del Alto Uruguay), ubicada exactamente sobre la calle de zona suburbana muy cerca de la toma de agua potable, distante a unos 5 kilómetros de la zona centro, me llamó la atención. Le mandé un audio a mi mamá diciéndole por el lugar donde estaba y ahí me sacó el teléfono”, contó.
“Al llegar a donde me había pedido, me dijo que estacione y ahí sólo vi que vinieron tres personas más, estaban encapuchadas, una me bajó del auto y después entre dos me alzaron y me llevaron para unas malezas, ya era una pesadilla”, agregó Melina.
En este marco agregó que “no me resistí, les di las llaves del auto. El que pidió el viaje les dijo a los otros que se vayan en el auto que ya estaba esa parte, que él se encargaba de terminar el trabajo”.
“Yo estaba aterrada, horrible el lugar, muy oscuro. El hombre me maniató con un precinto y como sólo tenía uno, con el elástico de una gorra que rompió me ató los pies. Me tuvo más de una hora, ahí fue cuando comenzó a pegarme y a querer estrangularme cuando en un momento traté de defenderme. Pensé que me mataban”, añadió.
En este contexto dijo que después de agredirla, el delincuente, supuestamente joven y de contextura delgada, se fue caminando porque los otros le llamaron por teléfono y le dijeron que no iban a volver a buscarlo.
Una vez que pudo librarse de las ataduras, la mujer caminó por varios metros hasta dar con una vivienda familiar en la cual solicitó ayuda. “Esto ocurrió entre las 19.50 y 22, yo sabía que en la universidad siempre hay un guardia, pero no me respondió nadie así que caminé hasta la próxima casa que encontré, ahí me ayudaron”, dijo.
“Dos personas me ayudaron, me cortaron el precinto y llamaron a la policía. Cuando vino un móvil conté cómo fue todo. Fuimos al lugar, hicieron las pericias y después me llevaron al hospital porque estaba muy adolorida”.
Melina, aún con secuelas de lo vivido, dijo que después de todo el relato los uniformados la trasladaron a la comisaría local para que denuncie. “Fue de terror todo, recién como a las 1 llegué a lo de mi mamá y le pude contar lo que pasó. Ya estaban re preocupados porque sabían que algo había pasado, nosotras (por su madre) nos avisamos cada paso que hacemos”.
En función de lo que le robaron además de su automóvil, dijo que aproximadamente 8 mil pesos que tenía de la recaudación, su teléfono celular, un equipo de mate y una cartera con elementos personales.
Por último, consideró dentro de la desgracia, que fue con bastante “suerte”. “Mi hija suele ir conmigo a los viajes, por suerte no estuvo, tiene 5 años. Yo hace un año que soy taxista, mi madre mucho más y nunca nos pasó algo como ésto. Estamos muy asustadas”, concluyó.