Muchas mujeres creen que tienen menos riesgo de tener cáncer de mama porque sus madres, tías y abuelas no lo tuvieron. Grave error. “Más del 75% de los casos de cáncer de mama son esporádicos, sin antecedentes familiares. Esto es muy importante tener en cuenta porque una de las causas que determina que las pacientes no vayan a la consulta es porque no tienen antecedentes y creen que no necesitan controlarse anualmente”, advirtió la médica ginecóloga Alejandra Méndez en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Por el contrario, la especialista remarcó que “el control hay que hacerse por la sencilla razón de que somos mujeres y cumplimos años, pues la mayor incidencia de cáncer de mama ocurre entre los 55 y 65 años”.
Recordó que una mamografía dura entre 5 y 10 minutos, molesta pero no duele y permite diagnosticar en forma temprana el cáncer de mama.
Aumentó la incidencia en jóvenes
Según precisó, “las últimas estadísticas a nivel mundial muestran un aumento del cáncer de mamá en mujeres más jóvenes. La Sociedad de Mastología de nuestro país también alertó sobre el aumento de cáncer de mama en pacientes más jóvenes. Históricamente, era de un 2 a 3% la incidencia entre mujeres menores de 35 años pero en los últimos años incrementó. La lectura es que este fenómeno se debe a que hay más controles e información por lo que las mujeres comienzan a hacerse los controles con anterioridad”.
En este contexto, recordó que las campañas masivas de comunicación apoyan este concepto de prevención, que es el eje de la nueva medicina. Programas estatales, sociedades científicas, organizaciones de pacientes que padecieron cáncer de mama, fundaciones y oenegés salen a informar y concientizar sobre la importancia de la prevención “y esto nos lleva a una sociedad más sana porque detectar estas patologías en un período muy precoz -cuando la enfermedad no salió de la mama- nos permite tratar para curar y sumar más mucha sobrevida. Lógicamente, el impacto es muy grande cuando se diagnostica la enfermedad en alguien joven”.
Controles según edad
Méndez precisó que, por debajo de los 25 años, es recomendable que las mujeres hagan las primeras consultas con el ginecólogo cuando inician la actividad sexual.
“El autoconocimiento es muy importante, hacerse un autoexamen periódico, los cambios que se producen según los ciclos y que son muy pronunciados en las mujeres jóvenes. El dolor de las mamas es muy típico en las edades tempranas y están muy marcados con los ciclos menstruales. Se recomienda el autoexamen de las jóvenes el día 4 o 5 posmenstrual. Puede ser en la ducha, siempre con la mano contraria, es importante aprender a reconocer la mama de cada una”, indicó.
A partir de los 35 años, se pide la primera mamografía de base. Según señaló, “no pedimos mamografías en chicas más jóvenes por el tipo de mamas, que son más densas y poco flexibles a la mamografía. Por supuesto que si encuentro un nódulo que me genera sospecha en una menor de 35 años voy a indicar una mamografía. El estudio predominante de las pacientes jóvenes es la ecografía”.
La mamografía de base a los 35 es para conocer la estructura de la mama, pero recién después de los 40 años se recomienda a las mujeres hacerse una mamografía anual.
Fortaleza
Méndez, que lleva 30 años haciendo consultorio y diagnosticando cáncer de mama, señaló que el shock inicial del diagnóstico es muy fuerte en las pacientes.
“Acompañé a muchas mujeres en esta primera etapa del diagnóstico, de hecho el nombre de la Fundación que creamos, ‘Actitud’ está inspirado en el cambio que se produce en las pacientes una vez pasado el duelo de saber que están enfermas. Lo primero que la paciente piensa es que se va a morir, pero después se fortalece, se da cuenta que otras están transitando por el mismo proceso y están bárbaras después de años. Después del diagnóstico y a lo largo del tratamiento uno ve que las pacientes se van volviendo más fuertes, obviamente los miedos siempre están”, destacó.
La especialista reconoció que toda la familia sufre cuando alguien se enferma, “pero la actitud del paciente, su fortaleza para salir adelante ante las adversidades, cambia mucho”.