La escasez de combustible fue un drama relativamente grave para la actividad económica de Misiones en el transcurso del año, principalmente entre mayo y julio cuando se intensificó la zafra de la yerba mate, actividad que tiene alto nivel de consumo. El aumento constante de los precios también afecta pero no tanto como la falta de suministro.
Si bien los productores tienen cálculos de sus requerimientos energéticos para establecer cuadros de costos y calcular el precio de sus producciones, desde los diversos organismos del Gobierno provincial y el nacional se elaboró un informe denominado “Balance Energético de Misiones” con el nivel de consumo de cada uno de los sectores industriales y agrarios de la provincia.
Las estadísticas, con datos del Ministerio de Economía de la Nación y los ministerios de Energía, y Cambio Climático de Misiones, revelan los niveles de consumo en combustible de las diferentes economías regionales por superficie, permitiendo un cálculo global que puede servir para proyectar niveles de consumo del futuro y tomar previsiones tanto económicas como logísticas, a fin de evitar nuevos inconvenientes.
Cultivos Industriales

Este rubro es el de mayor actividad en la provincia de Misiones y abarca la yerba, el té y el tabaco. El informe indica que “la cantidad de hectáreas de yerba mate y tabaco se obtienen del Censo Nacional Agropecuario 2018. Al igual que en los casos anteriores se trabajó con los estudios de INTA para el consumo de gasoil en la labranza, protección, cosecha y flete corto que establecen un consumo de 38.02 litros de gasoil por hectárea”.
En el caso de la yerba mate y el té es de suma importancia los consumos de energía para el secado de las hojas. Las producciones de ambos cultivos se obtuvieron del Instituto Nacional de Yerba Mate y del IPEC, Instituto de Estadísticas de la provincia de Misiones.
Para el secado se consideró el consumo de chips de madera dado que se producen en la misma región de acuerdo a la Estación Agropecuaria de Misiones a razón de 1,9 kilogramos de chips por kilogramo de yerba y 2,92 kilogramos de chips por kilogramo de té.
De acuerdo al mismo informe se considera un poder calorífico de 4.800 kcal por kilogramo de chip. Dado que no se dispone de información sobre la difusión de esta práctica se consideró que se aplica en el 90% de los casos dejando el 10% restante utilizando gasoil en cantidades equivalentes. La cantidad resultante de toneladas de chips para el secado de té resulta excesiva por lo que se respetó el total de 251.846 toneladas al año indicado en el documento citado.
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Ambiente existe una extracción de leña de bosques nativos de 8.499 toneladas (3.9 kTep) en el año 2018 pero esto claramente no se utiliza en el secado, sino que se presume que es leña que se destina al sector residencial e industrial principalmente y en menor medida al sector comercial.
La madera que se utiliza para las plantas de secado entendemos que se trata de residuos de la industria de madera a partir del tratamiento de los rollizos por lo tanto “en el Balance Energético consideraremos este volumen como biomasa independiente de la leña”, se explica. Como conclusión, se obtiene que la demanda de energía de las actividades yerba, té y tabaco en el año totaliza alrededor de 147.682 metros cúbicos de gasoil para mover la cadena de producción y alrededor de 730.051 toneladas de chip de madera utilizados principalmente para la secansa de las hojas verdes.
Sector Forestal
Para el sector forestal sólo se consideró el bosque implantado. De acuerdo al Censo Nacional Agropecuario 2018 existen 286.180 hectáreas de pino y 46.727 hectáreas de eucalipto. Para estimar las producciones se consideró para el pino una producción de 20 metros cúbicos por hectárea por año con una densidad de 400 kg/m3 y para el eucalipto se consideró 35 metros cúbicos por hectárea por año con una densidad de 700 kg/m3. Las actividades a analizar son el apeo (corte primario) que se realiza con motosierra a gasolina normalmente con un consumo de 1,15 litros por tonelada y la extracción y transporte a depósito que necesita 0.58 litros de gasoil por tonelada.
Se concluye que esta actividad en la provincia tiene una demanda de 1.992 metros cúbicos de gasoil al año y de 3.949 metros cúbicos de nafta, prácticamente el doble. Sumando las producciones de pino y eucalipto se totaliza un consumo de casi 6.000 metros cúbicos de combustible.
Sector Agrícola
En el sector agrícola se consideró en primera instancia los cereales, oleaginosas, hortalizas y forrajeras. No se toman en cuenta las plantaciones de naranja, mandarina y limón porque el consumo se debería a los sistemas anti heladas y según lo informado por las autoridades no se practica la actividad o es muy esporádica. La cantidad de hectáreas a considerar en cada caso se obtuvo del Censo Nacional Agropecuario 2018.
Los consumos específicos degasoil corresponden a las actividades de labranza, defensa del cultivo, cosecha y flete corto hasta el primer acopio. Los consumos específicos se tomaron de los estudios del INTA considerando siembra directa y siembra convencional para cereales, oleaginosas y forrajeras.
Para las el consumo especifico en hortalizas en invernadero se trabajó con los estudios de la Facultad de Ciencias Agrarias de Rosario. Para las hortalizas se considera sólo el 50% de las hectáreas.
Las 25 mil hectáreas de cultivo de maíz se destacan como el sector que demanda mayor cantidad de combustible, alcanzando 1.417 metros cúbicos al año. En total, las actividades agrícolas alcanzan unos 1.686 metros cúbicos de consumo de gasoil al año.
Gasoducto, una urgencia
Misiones es la única provincia del país que no cuenta con gas natural en redes y por ello depende al 100% de la energía eléctrica, el combustible y la quema de madera para sus actividades.
Además de poder diversificar y no sufrir épocas de escasez, la opción de tener un gasoducto permite abaratar costos de consumo residencial, industrial y comercial.
Es un reclamo que volvió a estar presente y se intensificó por parte de la Provincia desde el momento en que la Nación comenzó a construir un nuevo gasoducto, el Néstor Kirchner, para exportar gas natural a Brasil por Paso de la Patria (Corrientes). Con 300 km más de obra, se llegaría a cumplir con esta demanda de los misioneros.