La medida de fuerza que se llevó a nivel nacional afectando la circulación del transporte público de corta y media distancia paralizó al interior provincial durante la jornada de ayer. De esa manera, una gran cantidad de usuarios tuvo que enfrentar diversas complicaciones para movilizarse y cumplir con sus obligaciones laborales, principalmente.
Así, la terminal de ómnibus de Eldorado se mantuvo vacía presentando un panorama desolado sin viajeros recorriendo sus instalaciones. Por la falta de movimiento, los comerciantes fueron golpeados de lleno, principalmente los restaurantes.
En las paradas de colectivos no hubo mayores complicaciones considerando que la mayoría de los usuarios ya tenía conocimiento previo sobre la confirmación de que los choferes de la Empresa de Transporte de Colectivos de Eldorado (ETCE) se adhirieron al paro.
El acatamiento fue del 100% debido a que no hubo ningún tipo de circulación de transporte público, ni de media ni de corta distancia. Por tal motivo las escuelas tuvieron una bajísima cantidad de alumnos que pudieron asistir a las clases.
Por su parte, en San Vicente el paro afectó a todos los sectores y perjudicó mucho a la gente que se tenía que movilizar a otras ciudades y a los trabajadores que tienen que ir hacia las zonas rurales, tanto como a los docentes que utilizan el transporte público para llegar a sus puestos de trabajo.
En lo que es la movilización desde los barrios a la zona centro o industrial, el impacto no se sintió mucho porque las distancias son menores y en esos casos pueden recurrir a otros medios. Muchos docentes debieron usar sus vehículos particulares y se juntaron entre varios para abaratar los costos.
Mientras que las personas que tenían que viajar a otras ciudades para hacer trámites o presentarse a un turno médico debieron cambiar sus turnos para otro día.
En Apóstoles la jornada de paro de los colectivos generó mucho descontento por los diversos cambios que generó en la rutina habitual de los usuarios que, en su mayoría, utilizan las unidades para dirigirse a sus lugares de trabajo o asistir a los establecimientos educativos.
Por ello, muchos alumnos no pudieron asistir a las escuelas, teniendo en cuenta que varios de ellos provienen de las localidades cercanas a Apóstoles, como ser Azara, San José o Concepción de la Sierra.
Ayer se llevó a cabo una audiencia entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y representantes del sector empresarial con resultados negativos, en una reunión que no contó con integrantes del Ministerio de Transporte de la Nación. Así, a última hora se mantenía la medida de fuerza a nivel nacional que hoy tendrá su segunda jornada de paro afectando a los servicios de corta y media distancia.
La medida de fuerza rige desde la medianoche del miércoles y continuará hasta el jueves inclusive. En tanto, habrá un cuarto intermedio programado para el viernes. La protesta afecta al sistema de transporte urbano del país, con excepción del Gran Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
“Transportamos 9.000.000 de usuarios diariamente y los trabajadores del interior no podemos cobrar nuestro aumento salarial. Nos encontramos en medio de una disputa entre los gobiernos provinciales y el Estado nacional, sobre quién se hace cargo del acuerdo salarial”, señalaron desde UTA al comunicar la medida de fuerza.
Los usuarios buscaron otra variante para trasladarse
Miles de usuarios de Posadas, Garupá y Candelaria fueron afectados por el paro del transporte público de corta y media distancia que arrancó ayer y que se extenderá hasta hoy, según lo anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Algunos no estaban enterados de la medida de fuerza y se acercaron muy temprano hasta las respectivas paradas con la idea de abordar un colectivo. “Recién salí de trabajar y parece que soy el único que no estaba enterado del paro”, dijo un joven mientras analizaba cómo regresaría a su casa.
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Es que una vez más los pasajeros fueron rehenes de un desacuerdo paritario entre las partes. Desde el gremio buscan que los sueldos de los trabajadores del transporte de pasajeros del interior del país sean iguales al que se acordó para el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Son miles de usuarios utilizan el transporte urbano día a día para llegar a su trabajo, la escuela, la universidad, al médico u otros lugares, pero por el paro de actividades muchos tuvieron que usar otro medio para llegar a su destino: caminar, viajar en el auto particular de algún vecino o tomarse un remís aunque -para eso- necesitaron mucho más dinero. Mientras que otros decidieron faltar o suspender sus actividades.
Cabe aclarar que a diario los vecinos dejan asentadas sus quejas contra el Grupo Z, debido a la falta de frecuencias en los horarios pico y en los barrios, sumado a los pocos puntos de cargas de la tarjeta SUBE que deriva en que muchos deban abonar el boleto único.
“Tenía que hacer un trámite en el centro y me trajo mi marido, pero ahora voy a caminar hasta la rotonda, si me canso me tomo un remís”, relató una mujer mientras pasaba por la parada de Junín.
En tanto, Luis Jereb del barrio Santa Cecilia comentó a PRIMERA EDICIÓN que “los que tuvieron que movilizarse a Posadas o algún otro lado sí” fueron afectados por el paro.
Agregó que “algunos pudieron posponer sus actividades, como por ejemplo turnos médicos o no fueron directamente, y quienes fueron a trabajar tuvieron que pagar un remís”.
Por su parte, Luis Gilardoni del Movimiento Acción Vecinal indicó que “esto fue caótico, como siempre, porque estamos aislados y al no haber transporte los vecinos tuvieron que trasladarse de otra forma”.
Apuntó que “se vio movimiento de los remises de la zona de Garupá. Pero, el problema es que el paro se extiende por dos días (ayer y hoy) y se complica para los usuarios por la misma falta de plata”. Indicó que “dependiendo la distancia $1.500 o $2.000 cuesta un viaje”.
Advirtió que “el problema es que el usuario queda como rehén porque pareciera que cada tanto esto va a pasar esto hasta que logren un acuerdo. Agregó que “nadie está en contra de que los trabajadores obtengan lo que están pidiendo, pero se debería garantizar un servicio mínimo, por ejemplo cada hora. La empresa se debería encargar de eso”.
La otra opción, un taxi
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Una de las opciones para trasladarse fueron los remises. Algunos choferes registraron entre cuatro, cinco o seis viajes más de los habituales.
Ariel Benítez, presidente de la Asociación de Propietarios de Taxis, sostuvo en diálogo con este Diario que “quienes son clientes nos suelen llamar cuando pasa esto. Es más algunos comparten gastos porque viajan entre varios”. Dijo que “movimiento hubo, el sol sale para todos. Pero, no es el mismo movimiento que se registraba tiempo atrás”.
Benítez denunció que “uno de los problemas que tenemos es la competencia desleal de UBER y de los mototaxis que están tomando fuerza en Posadas, pero ambos funcionan en la ilegalidad”. Advirtió que las autoridades deben tomar las medidas correspondientes.