El sector olero va de mal a peor por los precios, mientras la producción en Posadas escasea por falta de insumos y no hay una norma que la regule.
“Está desapareciendo por la escasez de tierra, los compañeros ya no tienen ese preciado bien para explotar la tierra y lo otro que nos sigue liquidando como trabajadores es el precio de los intermediarios. Si bien durante el invierno nos pagaron un poquito mejor, la inflación nos quitó todo otra vez”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el dirigente olero Tomás García.
“Casi es irrisorio hablar de ‘aumento’, por ejemplo la leña subió 100%, pero lo que nos pagaron como incremento no tuvo la misma relación”, explicó el hombre.
La misma situación se repitió con el pago de la retroexcavadora para remover la tierra, que también tuvo una recarga del 100%.
En junio último, la Federación de Cooperativas Unidos presentó en el Concejo Deliberante de Posadas un proyecto para regular la producción y comercialización de productos de olerías, pero todavía no empezó a ser estudiado y se teme que quede cajoneado, mientras tanto, los trabajadores no pueden seguir dando batalla a la inflación.
Para fabricar adobe para dos mil ladrillos por día se necesitan 4.000 litros de agua, que no la consiguen gratis.
Además, García indicó que “el aserrín que usamos para la mezcla del adobe igual y subió el costo de la mano de obra para fabricarlo y la canasta familiar ni qué decir”.
En este momento se está pagando 18 pesos la unidad de ladrillo retirado del horno, es decir 18.000 pesos por 1.000 ladrillos.
“Pero en estos días nos estaban queriendo bajar el precio y solamente nos estaban ofreciendo 14 pesos por la unidad y de los de los 14.000 (por mil ladrillos) que sería el número cerrado, no nos queda nada. Bueno, entonces estamos jodidos, como siempre”, lamentó.
La Cooperativa Primero de Mayo, formada por ellos mismos para hacer frente a la crisis, también se paralizó por la pandemia y eso los dejó prácticamente solos. Actualmente están viendo cómo volver a organizarse para enfrentar la crisis.