Luego de reñido balotaje, este domingo Brasil proclamó a su nuevo presidente: el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula Da Silva (50,85% de los votos), se quedó con la victoria con una diferencia mínima sobre el actual primer mandatario Jair Bolsonaro (49,15%).
La pelea por el sillón de la presidencia fue voto a voto, donde sufragaron 116 millones de brasileños, pero la victoria en favor de Lula se materializó en una diferencia de algo más de 2 millones votos. De esta manera, será el próximo mandatario del país a partir del 1 de enero.
Poco a poco, a medida que se fueron cargando los datos, Lula comenzó a revertir la situación y pasó al frente, logrando una diferencia a su favor final de poco más de un punto y medio.
El tenso recuento coincidió con una jornada de denuncias contra la Policía Federal de Carreteras, que -según la presentación del equipo de Lula- buscó con sus procedimientos impedir el voto de los ciudadanos que querían hacerlo por el PT, por su sintonía con Bolsonaro.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSR) rechazó esas acusaciones y dijo que “en ningún caso” los operativos policiales perjudicaron el voto, aunque admitieron que sí pudieron demorarlo.
En las calles de San Pablo, los militantes del PT salieron a festejar apenas Lula pasó al frente en el conteo oficial, aunque ya superado el 90% de los votos se lanzaron a la tradicional Avenida Paulista con banderas y distintivos para celebrar el triunfo de su candidato.
Estaba previsto que el presidente electo de Brasil diera un discurso en un hotel céntrico tras finalizado el escrutinio. También se aguardaba con expectativa la reacción de Bolsonaro, que en los días previos agitó el fantasma del fraude y las irregularidades sobre el proceso electoral.
Fuente: Noticias Argentinas.