La Iglesia católica conmemoró ayer el “Día de los Fieles Difuntos”, lo que movilizó a miles de personas hasta los cementerios para rezar por sus seres queridos que ya partieron de este mundo. En el icónico cementerio La Piedad, desde muy temprano la gente llegó en gran número a participar de ese momento muy especial, portando en su mayoría una flor, encendiendo una vela y elevando una plegaria.
La parroquia San Antonio, como de costumbre, tuvo a su cargo la celebración de las cuatro misas pautadas, las que contaron con una buena participación. Algo similar ocurrió en “Tierra de Paz”, donde las celebraciones estuvieron a cargo del párroco Gervasio Silva, del Jesús Misericordioso.
“Es un día muy particular en el cual venimos a visitar a nuestros familiares que ya no están físicamente pero que están muy presentes en nuestros corazones y pensamientos. Somos católicos y consideramos que llegar y rezarles es como brindarles un cariño, para que nos sigan acompañando y guiando desde el lugar que estén junto a Dios”, señaló Alicia López, quien estaba acompañada por sus tías y hermanos, tras visitar las tumbas de sus familiares.
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Hubo quienes aprovecharon para limpiar las lápidas, arreglar los floreros, retirar algún pasto que hubiera avanzado. “En la familia mantenemos las costumbres que nos trasmitieron nuestros abuelos y las continuamos hoy ya con nuestras propias familias. Es por eso que en cada Día de la Madre, del Padre, Pascua y de los Difuntos nos tomamos unos minutos para pasar y dejarles una flor, además de rezarle. Es un momento en el que volvemos a recordarlos más intensamente por unos minutos, es algo inexplicable que sólo alguien de fe puede entenderlo”, dijo Alejandra Rodríguez a PRIMERA EDICIÓN.
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Las puertas de La Piedad estuvieron abiertas de 7 a 18 y en todo momento el personal municipal estuvo atento a diferentes pedidos realizados por los visitantes, en especial aquellos que no se acordaban el sitio en que descansan los restos de sus difuntos.
Los vendedores de flores tuvieron una buena demanda, “es principalmente la gente mayor la que compra pero también hoy tuvimos a los jóvenes, eso nos entusiasma como sociedad porque no se pierde ese simbolismo de la flor para un ser querido, que principalmente está vinculado al respeto y cariño hacia esa persona que ya no está físicamente”, coincidieron.