El misterio estaría resuelto de acuerdo a los resultados de la autopsia realizada ayer al cuerpo de José Manuel De la Torre, empleado de la construcción que fue hallado decapitado el miércoles por la noche en el barrio San Marcos de esta capital provincial.
El adelanto de los forenses al juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, coincidió en que fue un suicidio, la primera sospecha sobre lo sucedido y que surgió de la labor de los peritos de Policía Científica y los datos aportados por los investigadores de la Dirección Homicidios y de la Unidad Regional X.
Como se publicó, el cuerpo de De la Torre fue hallado por su pareja de 42 años quien lo habría ido a buscar porque no respondía mensajes ni atendía llamadas pasadas las 20.
Cuando llegó a la construcción de calle Quebracho (150-A) entre 65 y 67 vio el cadáver y llamó de inmediato al 911 y a la comisaría Octava para confirmar el óbito y dar paso a la intervención judicial.
El albañil habría decidido quitarse la vida colgándose desde la altura de la losa del primer piso de la casa que estaba construyendo. Se rodeó el cuello con una soga de obra y desde cinco metros saltó y se decapitó.
Los investigadores policiales tomaron contacto con allegados a la víctima fatal y sumaron a la sospecha motivos o circunstancia privadas que se relacionarían con un deceso trágico por suicidio.
En cuanto a las últimas personas que lo vieron con vida a De la Torre, fue un compañero de tareas que se retiró a las 17 y quien habría aportado datos serios para una coartada creíble en el mismo sentido.
De la Torre iba a finalizar su trabajo y cerraría la obra para volver a su hogar. Los peritos de la Policía Científica recogieron de la obra varios elementos que podrían apuntalar la sospecha de suicidio, entre ellos una soga con un nudo fuerte, un cable y hasta una chapa que fue encontrada a corta distancia. El robo seguido de muerte se descartaría además porque todas las pertenencias del albañil estaban en el lugar, incluso las llaves y su automóvil.
El juez Cardozo ordenó tras la autopsia que el cuerpo del albañil fueran entregados a sus familiares para el velorio y sepelio.