Ya pasó más de un mes de la presentación del primer auto eléctrico fabricado en Misiones, y en el país aún siguen hablando del Hamelbot C-R2. El coche tardó un año y medio en desarrollarse y el proyecto involucró a cerca de una veintena de personas. Dentro de ese grupo se destacan los ingenieros industriales, ingenieros mecánicos, ingenieros electromecánicos, ingenieros electrónicos, diseñadores gráficos, desarrolladores de software, y los técnicos, que están a cargo de las soldaduras o el desarrollo de materiales compuestos.
Su creador, Martín Bueno, explicó que se trata de un vehículo de uso urbano -categoría L7-, para uno o dos ocupantes, sin emisiones de carbono. Dijo que las utilidades más interesantes están relacionadas con la transportabilidad de proximidad, es decir, ir a una oficina, a un trabajo, todo dentro de un radio de cercanía. Por la normativa, no puede subir a una autopista. Tiene una autonomía de cien kilómetros -se carga a la pared durante seis horas- y una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora.
El doctor en ciencias de la computación manifestó que el proyecto nació hace un año y medio, y que se realizó dentro del consorcio público-privado FanIOT, donde el 60 % del paquete accionario corresponde al Estado Misionero, a través de Marandú Comunicaciones, y el 40% restante, es privado.
“La característica que tiene es que fue diseñado totalmente en la provincia, con ingenieros misioneros, y no tomamos ningún modelo de diseño que fuera de otra empresa, que puede ser China o europea. Es el único dentro de la matriz que existe, que fue diseñado en un 100% en Argentina, en la provincia de Misiones”, señaló, al tiempo que aclaró que actualmente son cuatro las empresas del país (San Luis, Córdoba, Buenos Aires y Misiones) que desarrollan movilidad eléctrica.
“Este año nos convertimos en la cuarta que desarrolló este prototipo funcional, que anda en forma total, como cualquier coche. Lo que viene en el 2023 es el proceso de hacerlo seriado. Es decir, armar la planta para poder llegar a generar cantidades más altas de producción. Para ello estamos trabajando con el Polo Industrial para la apertura de una nueva nave y un nuevo equipamiento para poder seriar este vehículo y tener una producción de diez a veinte coches por mes. Y tener una producción anual de unas 250 unidades. Ese es nuestro objetivo para arrancar el año que viene”, adelantó. Este año y medio “se usó para probar, para desarrollar, para mejorar, para cambiar, para todo lo que fue la fase final y también la selección de proveedores que intervienen en todo lo que es la integración, como volantes, asientos. Hay muchas cosas de proveedores argentinos, y toda esa logística también requirió todo un proceso para adecuar a lo que será la futura línea de producción”, comentó Bueno, exalumno del Colegio “Otto Krause”, de Buenos Aires, que residió 25 años entre Japón, Europa y Estados Unidos.
“Mi última actividad que conoce la mayoría de las personas fue la que desarrollé en la NASA en el Proyecto Marte 20-30 donde trabajamos con un conjunto de ingenieros para diseñar los sistemas de cultivos hidropónicos de la estación espacial orbital y los futuros proyectos de marte”.
Sostuvo que uno de los temas que rescata fueron las palabras del gobernador Oscar Herrera Ahuad, durante el acto de lanzamiento desarrollado sobre la avenida costanera, al manifestar que “no se trata de un coche, sino que se trata de lo que hay detrás del coche”. Lo dijo refiriéndose, básicamente, “a toda la gente que trabajó, al ingenio que se puso, a los problemas que tuvimos que llevar adelante a nivel diseño y, como siempre digo, a veces se quiere hacer una compra y se tarda una semana, todo a veces es un poquito más complicado. Pero a pesar de todo eso, y de estar lejos de los grandes centros de producción, lo pudimos hacer. Creo que fue un gran desafío para nosotros”.
“No es el coche sino lo que hay detrás, toda esa gente que trabajó, ese equipo de casi veinte personas que puso de sí durante un año y medio. La mayoría son egresados de la Universidad Nacional de Misiones que tiene la carrera de ingeniería electrónica como también la carrera de ingeniería industrial, “que es muy importante para lo que hacemos. Y hay muchos que son técnicos, que salieron del sistema educativo misionero. Es un compromiso también continuar con esa línea y capacitar a la gente para que pueda seguir desarrollándose en estas actividades”.
Es eléctrico. Se enchufa a la pared durante seis horas y con eso está completa la carga de la batería que dura para unos cien kilómetros. Requiere el 50% menos de mantenimiento que un coche común.
Graficó que el coche “que hoy vemos debe ser la versión número 14 porque se fue achicando, se cambió la puerta, se bajó el vidrio, el baúl, la rueda más chica, más grande, hubo un montón de cambios que se hicieron durante este tiempo. No lleva nafta, no tiene carburador, no tiene engranaje, no tiene caja de cambios, los coches eléctricos son mucho más simples de manejar que cualquier otro tipo de coche y a nivel de mantenimiento es mínimo. Así que estamos todos contentos con el resultante que tenemos. Sigue siendo un punto de conversación para los medios nacionales todo lo que hacemos acá”. A su entender, esta visibilidad que logró Misiones en el desarrollo de ciencia y tecnología “me parece que fue bien merecido, y un reconocimiento a todos lo que hicieron que todo esto sea posible”.
Recordó que es algo “muy chico pero que requiere mucha tecnología. Hacer un coche prácticamente requiere de un montón de ciencias, ingenierías y técnicos, desde los que hacen fibra, de los que pintan, de lo que es la dirección mecánica, de lo que es la parte electrónica, que es la industria del conocimiento en su mayor expresión, que involucra a todas las tecnologías. Este desarrollo para nosotros fue un gran desafío y esperamos que se desarrollen los próximos pasos tan cómo están planeados”.
Confió que el próximo paso es el trabajo en la planta de producción, de fabricación de una medida baja de autos, un promedio de quince y veinte por mes. Es un proyecto que se está implementando ahora, se está desarrollando y esperamos poder complementarlo durante el 2023. Ese es nuestro anhelo. Así que estamos trabajando para eso. Es el próximo paso que vamos a dar”. Asimismo, tienen otros proyectos de vehículos que estarán orientados exclusivamente para el uso del campo misionero. Se trata de mini tractores eléctricos que pueden trasladar la ponchada de yerba mate de forma automática. “Ya se vendió una unidad de este prototipo así que esperamos poder comenzar a seriarla también el año que viene”, acotó.
El grupo se compone de ingenieros industriales, mecánicos, electromecánicos y electrónicos; diseñadores gráficos, desarrolladores de software, y técnicos, a cargo de soldaduras o desarrollo de materiales compuestos. “Estamos todos contentos con el resultante que tenemos”, aseguró para quien Misiones es su segunda casa.
Segunda casa
Bueno confesó que vino a Misiones porque en la última visita a Emiratos Árabes se encontró con el ministro de Educación de la provincia, Miguel Sedoff, quien “me ofreció la posibilidad de hacer aquí todo lo que venía trabajando. Tanto papá como mamá son paraguayos así que hasta los quince años viví todos mis fines de semana en Asunción y, por su cercanía, la tierra colorada siempre me pareció interesante al igual que las comidas”. Le pareció “interesante, linda la idea, además que soy una persona que ama a Misiones desde siempre, no sólo por las Cataratas del Iguazú, sino por el cuidado que siempre tuvieron con la biodiversidad y hoy en día lo que hace el Gobierno de Misiones con ese cuidado de la selva. En lugar de hace soja se aleja de eso, que podría ser un ingreso gigante, para cuidar esta biodiversidad. Soy un fanático y un admirador de todas las gestiones, entonces Misiones me pareció un lugar ideal. Es mi segunda casa desde hace cuatro años”, celebró.