La crecida de los ríos Paraná y Uruguay que se dio durante el mes de octubre, luego de la bajante histórica registrada, genera optimismo en todos los pronósticos de cara a una nueva temporada estival. Cabe recordar que durante la crisis hídrica, el Paraná llegó a medir 45 centímetros en el Puerto de Santa Fe.
El ingeniero Juan Borús, responsable del Área Pronósticos en el Instituto Nacional del Agua (INA), se refirió a esta situación y expresó a PRIMERA EDICIÓN que “cada vez es más probable que tengamos una perspectiva normal”.
“Como se están dando las cosas ahora, y con la previsión que tenemos para adelante, da toda la sensación de que se va a sostener el aporte del alta cuenca de los ríos Uruguay, Paraná, Paraguay inclusive y la condición del río Iguazú especialmente se mantendría todo eso dentro de parámetros normales aparentemente”, explicó.
En este sentido, observó que “en principio estamos preguntándonos si ya corresponde hablar de un corte definitivo del escenario tremendo que tuvimos de sequía regional y bajantes asociadas”.
“Hasta hace poco tiempo atrás estábamos diciendo que íbamos a tener una mejora temporal, pero que todavía no estaba escrita la última palabra con respecto a las bajantes y que especialmente el mes de enero iba a ser crítico y que teníamos que ver todavía cómo se supone que iba a evolucionar”.
No obstante, estimó que si bien “la tendencia climática no es favorable, y es la que precisamente nos obliga a estar con pie de plomo y a andar con puntos suspensivos no definido, pero aunque las lluvias durante el mes de enero y el mes de diciembre llegarán a ser inferiores a las normales, con la situación de normalidad que se ha alcanzado ahora, y sobre todo si se mantienen persistente con una condición de humedad de los suelos en una condición general normal, cuesta pensar que aunque sean las lluvias inferiores a las normales volvamos a estar en aguas bajas”.
“Realmente no suena muy probable, pero como le digo estamos todavía con dudas, con enormes incertidumbres, esperando de algunos contactos, analizando permanentemente y tenemos reuniones con mucha frecuencia en general abordando la perspectiva quincenal, no más largo porque es lo que estamos manejando con más seguridad”, manifestó Borús.
Y sostuvo que “en lo que hace a la perspectiva de aquí al 31 de enero, cada vez es más probable que tengamos una perspectiva normal, una situación normal. Y es cada vez más probable, pero hasta ahí, mucho más mucho más que eso no puedo decir”.
El último pronóstico del río Paraná emitido por el INA establece que “si bien las condiciones son en general mejores que las observadas en 2020 y 2021, la perspectiva climática aún no permite establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020”.
Aclaran a su vez que “son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se registran dentro del rango de aguas medias. Se espera un leve descenso durante las próximas semanas”.
Asimismo, el informe del río Paraná elaborado por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) revela que los pronósticos de lluvias producidos por los diferentes centros meteorológicos prevén precipitaciones de variada intensidad sobre la cuenca de aporte directo al embalse y regiones adyacentes para la presente semana.
Los montos acumulados estimados estarían entre 15 y 40mm. Durante la última semana el caudal afluente promedio del río Paraná fue de 15.100 m3/s, con valor máximo de 16.000 m3/s, y mínimo de 13.300m3 /s. Para el lunes se esperaban 13.500 m3/s, y para los próximos días dichos valores estarían en el rango de los 13.000 a 16.000 m3/s.