Un 68% de los productores agropecuarios consideró que las condiciones meteorológicas estarán peor el próximo año, de acuerdo a un relevamiento efectuado por la Universidad Austral.
A diferencia de otras encuestas elaboradas por esta casa de estudios, el clima ocupa el primer lugar como el mayor desafío que enfrentan los productores y supera, por primera vez, a la incertidumbre política y a la inestabilidad macroeconómica.
Las adversidades climáticas encabezan las preocupaciones de los productores para los próximos 12 meses, con un 58%. Esta cifra supera en magnitud de importancia a la incertidumbre política (39%) y la inestabilidad económica (27%), que son una constante para los hombres del campo del país.
En orden de relevancia, las causas de este pesimismo y desaliento de los productores, tanto en actividades agrícolas como ganaderas, responden a las siguientes variables: climáticas, los mercados y precios, la incertidumbre política en la Argentina y la inestabilidad macroeconómica global y local.
Al momento de cerrar la edición del informe, las estimaciones indicaban que se perdió la mitad de la cosecha de trigo 2022/2023, mientras los granos gruesos enfrentan un escenario complejo a partir del atraso en la siembra.
“De no producirse precipitaciones en los momentos críticos, podrían conducir a pérdidas importantes en la producción de maíz que oscilarían entre las 6 y 10 millones de toneladas, es decir, el equivalente a unos 3.000 millones de dólares menos de exportaciones”, consideraron.
El trabajo de la Universidad Austral también marcó el “deterioro notable” de las expectativas de rentabilidad en todos los eslabones de las distintas actividades ganaderas.