Cientos de personas acuden cada año al Centro de Formación Profesional (CFP) 32 de Gaurpá para aprender un oficio y, una gran parte de ellos, se transforman en emprendedores.
Por sus aulas y pasillos se entrecruzan las historias de vidas de madres que deciden capacitarse con sus hijos, estimulando a los más jovenes a prepararse y mirar para adelante… también están los que buscaron en el CFP un espacio para entretenerse y compartir con otros, los que decidieron ampliar su formación sumando un nuevo oficio y los que buscan emprender con la mayor cantidad de herramientas posibles. Por eso, la mayoría de los estudiantes transitan varios cursos.
Para algunos -como Ana- comenzó siendo una pausa casi terapéutica luego de sufrir un accidente que la obligó a suspender el cursado del profesorado de Matemática. “Nos inscribimos con mi mamá, Teresita, en el curso de tejido y pintura sobre tela y, no sólo me ayudó a relajarme y pensar en otras cosas, sino que nos gustó tanto que terminamos lanzando juntas un pequeño emprendimiento de ropa tejida para bebés que se llama Terana Tejidos”, contó Ana a PRIMERA EDICIÓN.
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Para Marita, que hizo el curso de operador de máquinas para la confección de indumentaria en el que aprendió a reparar máquinas de coser, significó un cambio rotundo en su trabajo “soy modista y no dejé de serlo, pero ahora también reparo máquinas de coser. Hice el curso con mi hijo de 20 años”, contó al tiempo que aseguró que “no existe máquina de coser que no pueda ser reparada”.
Alicia Acuña, empleada de la Municipalidad de Posadas desde hace 33 años, es una de las personas que empezó con un curso (microemprendimiento) y luego siguió con los de atención al cliente, administración y operador de computación. “Me costaba mucho lo administrativo y los cursos me ayudaron muchísimo y pude aplicar lo aprendido en mi trabajo”, contó.
Desde Alem viaja una vez por semana el artesano Mauro Aranda para dictar el taller de carpintería de banco, donde hacen tablitas de picadas, utensilios de cocinas y otras piezas pequeñas con maderas recicladas. “Estoy muy contento con el taller que comenzó este año, para mí es una oportunidad porque acá puedo enseñar mi oficio de artesano a futuros colegas”, confió.
De 16 a mayores de 70
En la actualidad, el CFP tiene 157 estudiantes que cursan en distintos horarios, en función de sus responsabilidades laborales y las distintas ofertas formativas, dentro del horario institucional: de 7 a 20 horas. Este centro de formación profesional cumplió este año su primera década de trayectoria, “tenemos 16 ofertas formativas destinadas a la comunidad”, contó su directora, Graciela Sommerfeld.
Precisó que los cursos más demandados son los de recursos humanos y de administración, pero que “los que hacen las capacitaciones de oficios manuales ya vienen decididos a emprender”.
Aunque nunca es suficiente, Sommerfeld contó que cuentan con equipamiento básico para los talleres de carpintería, tapicería y electricidad, aunque señaló que “debido a la demanda que tenemos necesitamos más equipos”.
Las edades de los alumnos es muy variada: hay adolescentes de 16 años y hasta personas que superan los 70, “la mayoría tiene entre 24 y 36 años, son adultos que están tratando de emprender un actividad, pero también tenemos alumnos que acuden al centro como terapia, para aprender y compartir con otros y eso también nos parece muy bien”.
Según contó la directora, desde el año pasado cuentan con empresas e instituciones patrocinantes (uno de ellos es la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones) que no sólo ayudan al CFP a adquirir los insumos necesarios para los talleres durante el año, sino que también ayudan a los alumnos que inician su emprendimiento.
“Les ayudan con herramientas e insumos para darles ese primer empujoncito, pero para ello es requisito que sumen una oferta formativa blanda, ya sea de atención al cliente, recursos humanos o microemprendimiento, para que también cuenten con estas herramientas”, indicó.
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El trabajo estrella de la exposición
El sillón modular funcional fue el trabajo estrella de la Expo del CFP 32. Es un sillón diseñado en el taller de AutoCad, construido en el taller de carpintería y armado en el de tapicería. Se trata de un sillón esquinero que también puede transformarse en dos camas de una plaza o una de dos plazas.
La oferta de cursos presenciales de este centro incluye el de artesanía y reciclaje, pintura sobre tela y tejido, crochet básico y tejido, carpintería de banco, tapicería de muebles, operador de máquinas para la confección de indumentaria, confección a medida, montador de electricista domiciliario, auxiliar de administración de recursos humanos, auxiliar administrativo, administración y gestión para microemprendimientos. También ofrece dibujo asistido por computadora AutoCad, atención al cliente y operador informática.