“El 20 de diciembre (de 2013) la llamé a la madre de Marina para pedirle que me autorice a retarle y asustarla porque le había pegado a la bebé con una vara de escoba dura. Le pegó y la dejó lastimada, por eso discutí con Marina, porque se ponía muy nerviosa y le marcaba toda a la criatura”.
Gladis Isabel Ledesma (44), madre de Franco Jesús Ramos (28) pareja de Marina Da Silva (19) desaparecida el 21 de diciembre de 2013 y encontrada sin vida diez días después adentro de un pozo de Nemesio Parma y con el cráneo destrozado por los golpes, declaró ayer durante la cuarta jornada de juicio oral y público en el que su hijo y dos oleros más, Juan Ángel Portal (37) y Daniel Alejandro Da Silva (34) están acusados de “homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas” (artículo 80, inciso 6 del Código Penal Argentino).
El día previo al femicidio y las últimas horas en la que la joven fue vista con vida, intentó explicar ayer la progenitora ante el Tribunal Penal 2 integrado por César Antonio Yaya, Gregorio Augusto Busse y Viviana Gladis Cukla.
Describió un contexto de convivencia “normal” entre Marina, Franco y el resto de su familia, en cuyo terreno de Parma convivían en viviendas de pocos recursos.
Pero agregó: “La noche anterior la llamé a la madre de Marina porque quería retarle a la hija, asustarla para que no maltrate a la beba”. También resaltó que al día siguiente vio salir en moto a su hijo con Marina y la menor rumbo al barrio Cruz del Sur, donde residía la madre y los hermanos de la joven asesinada.
Aseguró que esto sucedió antes del mediodía y que pocos minutos después “volvió Franco solo a buscar pañales para la beba. Después lo vi que se fue a jugar a la pelota a la cancha del barrio y vino a la nochecita a pedirme comida para volver a Cruz del Sur a la casa de Marina”.
No detalló que su hijo haya mostrado preocupación por no volver a ver a su pareja y lanzó como supuesto fundamento: “La mamá de Marina estaba segura que ella estaba vagando con las primas. La madre de ella me dijo que estaba en el baile”.
Además manifestó que la víctima habría dicho y admitido una relación de amantes con Juan Portal (acusado). “Ella dijo que si no iba a ser pareja de ‘Juancho’ tampoco él la iba a dejar ser de Franco”.
“Garrotazo”
La exesposa de Portal, Margarita Itatí Mckenzie, declaró ayer y admitió que al enterarse de una relación sentimental de Juancho con Marina, esto se convirtió en motivo de discusiones y alejamiento. Manifestó que mientras Marina estaba desaparecida le preguntó si habían vuelto a encontrarse antes.
“Él se enojó y me gritó si yo estaba buscando lo mismo que ella, que la maten de un garrotazo”. Aunque al respecto deslizó como salvedad que “fue sólo una discusión, no sabíamos cómo la habían matado todavía”.
Mckenzie, según el relato de Portal durante el primer día de juicio, es la principal coartada para alejarse de la escena, día y hora del crimen. El acusado sostiene que ese día era su cumpleaños y quería pasarlo con su esposa aunque estaban distanciados. Y que de todas maneras decidió terminar de trabajar al mediodía del sábado 21 de diciembre de 2013, cobrar e irse al barrio San Miguel de Posadas a encontrarse con ella y sus hijas en la casa de la hermana.
“Me fue a buscar, él me había invitado a la fiesta de cumpleaños en Parma, pero no me encontró porque yo estaba mala con él”, resumió la mujer pero también remarcó: “Después nos reconciliamos hasta el 18 de enero, ahí nos separamos del todo”.