Finalizó ayer la etapa de producción e incorporación de prueba. Siete días de debate, más de cuarenta testigos interrogados y proporcionalmente mucha confusión. El debate oral por el femicidio de Marina Da Silva tendrá jornada clave y final el próximo martes en el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción. El 20 de diciembre desde las 8.30 se oirán alegatos y se aguardará por un veredicto de los camaristas César Antonio Yaya, Gregorio Augusto Busse y Viviana Gladis Cukla.
Los últimos tres testimonios se escucharon. Bajo rigor de verdad, sólo fueron dos declaraciones porque Carlos Alberto Portal (44) fue concreto y se amparó en su derecho: “No tengo nada que ocultar pero prefiero no responder preguntas porque es mi hermano el que está acusado”.
Juan Ángel Portal (37), Franco Jesús Ramos (28), y Daniel Alejandro Da Silva (34) están acusados de “homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas”, delito comprendido en el Código Penal Argentino en el artículo 80, inciso 6 y prevé pena de prisión perpetua.
De los dos testigos restantes, José Manuel Giménez (41), vecino y también olero de Nemesio Parma, llegó esposado y custodiado, a la sala de audiencias de calle San Martín casi 25 de Mayo, por efectivos de la Prefectura Naval Argentina, fuerza de seguridad que lo detuvo en un procedimiento por violación a la ley de drogas (23.737).
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“No recuerdo nada casi del 21 de diciembre de 2013. Vi unos paraguayos en el kiosco de Campo Bauer pero nada más, ni siquiera si ellos (Ramos, Portal y Da Silva) estaban”. Identificarse y jurar decir la verdad necesitó más tiempo que su testimonio.
Susana Álvez, esposa de Alejandro “Pili” Da Silva fue citada por pedido de Emilio De Melo, defensor del acusado.
Relató que el día de la desaparición de Marina, su pareja cumplía guardia como cuidador del Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Parma. “La salita” se encuentra a pocos metros del kiosco donde se presume se juntaron los encartados a beber antes del crimen.
Álvez explicó que “Pili” tenía guardia de 24 horas como empleado de seguridad allí y que había entrado a las 8. También sostuvo que por la tarde del 21 de diciembre ella salió de su casa en Nemesio Parma hacia el Hospital Madariaga porque su hermana había dado a luz pero el bebé no sobrevivió. Y que hasta el momento de volver a ver a su esposo, mantuvieron mensajes y llamados telefónicos en el marco del duelo por el fallecimiento.
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“Llegué de madrugada (domingo) a mi casa pero no escuché música de fiesta en la olería de Cabral”, respondió sobre la supuesta celebración de cumpleaños de “Juancho” Portal en la que, según el expediente, habría participado “Pili” Da Silva y fue atacada Marina Da Silva.
Cerrada la etapa de interrogatorios, sólo resta una “batalla” por dar y será el martes, donde de la interpretación de las pruebas del expediente del acusador y defensores será escuchada por el tribunal y se definirá si hay culpables o el crimen de Marina cumplirá nueve años de impunidad.