En el armado del plantel del Club Tokio para la próxima edición de la Liga Federal de básquetbol, las fichas de juveniles son tan importantes como las mayores. No sólo por los aportes basquetbolísticos, sino también porque ellos son el futuro del “Oriental”.
En la lista conformada por el entrenador Agustín Ponissi, hay varios chicos que son producto genuino de las inferiores “orientales”, pero también hay casos de jugadores de otros clubes que se sumaron al proyecto.
Desde el área de prensa de Tokio informaron ayer viernes que las fichas serán ocupadas por Felipe Zunino, quien juega de alero, mide 1.87 y tiene 16 años. La misma edad tiene Pedro Pedrozo, quien mide 1,87 y se desempeña como escolta. Mientras que Thiago Viernickel, también de 16 años, es la última ficha juvenil para la temporada 22-23. Thiago mide 1.85 y, al igual que todos los mencionados, es de cuna “oriental” y viene de consagrarse campeón este año en casa.
En tanto, Santiago Emanuel González es otra de las apuestas juveniles que viene de jugar en Cataratas Básquet, y en el último semestre se coronó en el torneo de selecciones de Misiones con la categoría U17 en Posadas.
Por su parte, Eduardo Francisco Barlocchi, viene de jugar en el Club Alto Paraná (CAP) donde fue campeón de la liga provincial de desarrollo con la primera. El alero de 17 años mide 1,87 y no dudó en sumar al equipo “nipón”.
El último juvenil confirmado es Santino Jacobacci, un base de 18 años, de 1,80 metros, y ocupará ficha de menor de 19.
“Santi” llegó a Tokio con mucha ilusión en hacer una buena temporada en la Liga Federal. Comentó: “Le tengo mucha fe al equipo, sobre todo por cómo le fue la temporada pasada. Quiero que arranque para poder competir de la mejor manera posible”.
Además, contó: “Comencé a jugar básquet a los 5 años. Yo iba siempre a ver partidos y con mis amigos, que siguen siendo los de hoy en día, comenzamos y nos terminó gustando a todos”.
“El básquet para mí hoy es algo que me gusta mucho. Disfruto jugarlo, entrenarlo y ya forma parte de mi vida. Incluso, algunas emociones dependen de este deporte”, agregó el base.
Santino remarcó que “cuando se comunicaron conmigo me dio una alegría grande. Era algo que yo quería y por suerte se me dio. Creo que tomé la decisión correcta, porque es algo que me merecía por el esfuerzo que hice estos últimos dos años complicados que todos vivimos (la pandemia y post pandemia). Fueron los años donde cambié el chip, y dije que esto es lo que quería en mi vida de ahora en adelante”.