El hecho de que muchas personas habitualmente duerman con su celular apoyado en la mesa de luz o muy cerca de su cuerpo, se convirtió en objeto de investigación para científicos con ansias de averiguar los riesgos que este hábito puede implicar para la salud.
Uno de los inconvenientes tiene que ver con usar el celular previo a acostarse a dormir podría generar complicaciones para conciliar el sueño. Y es que el brillo de la pantalla sumado a los constantes estímulos hacen que el cerebro se active rápidamente, en lugar de iniciar una instancia de relajación.
Por otra parte, al tener el teléfono al alcance de las manos puede predisponer a la persona a revisarlo en algún momento de la noche, lo cual genera movimiento en los ojos y en la actividad cerebral. Esto puede derivar en una sensación relacionada a que “terminó la hora de dormir”, cuando en realidad aún no se cumplió todo el proceso, y luego cuesta volver a retomar el sueño óptimamente.
¿Y qué pasa con la radiación?
Los celulares generan radiación a través de la transmisión de ondas para comunicarse con redes móviles y de internet. Éstas no son las mismas que se implementan en productos como los rayos X, por lo que no pueden causar cargas químicas negativas en el cuerpo.
Sin embargo, pueden ser peligrosas. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), los campos electromagnéticos de los smartphones son “posiblemente cancerígenos para los humanos”.
Los riesgos están vinculados a cáncer de cabeza y de cuello. De todas maneras desde la Sociedad Estadounidense del Cáncer aclararon que se trata de un problema difícil de estudiar y que está en pleno proceso de investigación, por lo que todavía no registraron resultados concretos sobre todos los riesgos que podría implicar dormir con el celular cerca.
Fuente: Medios Digitales