Llegaron las vacaciones y con ellas se supone que arranca la etapa más placentera del año. Pero este plan puede sufrir alguna que otra turbulencia para aquellos que tienen mascotas y no saben qué hacer con ellas durante ese período.
Muchos dueños disfrutan de viajar con sus animales, pero otros prefieren dejarlos en algún lugar de confianza.
“De viajar con mascotas, lo mejor es que la estadía sea larga para que se justifique el estrés del traslado hacia el destino final”, afirma el veterinario Pablo Vigna. Y agrega: “Lo ideal es que los animales, en especial los perros, se queden con los dueños”.
De viajar, los canes siempre tienen que estar atados, con cinturones de seguridad especiales y nunca sueltos en la cabina, siempre en el asiento de atrás.
Es más, se recomienda la utilización de un canil de viaje para garantizar la seguridad de la mascota. Además, asegurarse de que el animal entre en el asiento trasero o baúl (abierto) del vehículo y que sea lo suficientemente grande para que el can quepa cómodo.
Además, no se debe permitir que viaje con la cabeza afuera de la ventanilla del auto: esto lo deja vulnerable a las partículas en el aire y puede correr el riesgo de recibir cantidades excesivas de aire frío y afectar su salud.
Si se trata de un animal vomitador, el especialista sugiere que no coma antes del viaje y, en caso de ser muy nervioso, puede solucionarse tomando algún tranquilizante, siempre y cuando esté indicado por el veterinario.
En cambio, a los gatos les importa más el espacio físico que la compañía, al revés que los perros. Por eso es preferible dejarlos en su hábitat y que algún familiar o alguien de confianza vaya a cambiarle las piedras y a alimentarlo.
En caso de llevarlos de viaje, a los felinos siempre hay que trasladarlos en una jaula de transporte. Lo mejor es que esté lo más afirmada posible en el asiento para evitar las frenadas bruscas. Nunca tienen que ir sueltos.
Si es un perro y la decisión es no llevarlo de viaje, lo mejor es que se quede en un ambiente familiar para que esté acompañado, suelto y le den de comer. Si no, puede quedarse en algún pensionado canino, al aire libre.
Con respecto a esta última opción, lo ideal es que al ingresarlos a una guardaría se deje con ellos el certificado de vacunas, que estén desparasitados y colocarles una pipeta. Además es aconsejable dejar el alimento balanceado que come habitualmente la mascota.
Si, en cambio, los dueños de las mascotas tienen pensado viajar en avión, es recomendable darle a los perros algún tranquilizante, uno que ya esté acostumbrado a tomar. Además, es mejor si ya está acostumbrado a entrar en una caja de transporte.