En el marco del complejo contexto económico que atraviesa el país y a poco más de un año de la reglamentación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), diversos son los rubros que se vieron fuertemente afectados por las dificultades que implica la importación, ya sea de productos o insumos para la venta, así como de materia prima para la producción.
Esta es una de las razones por la que Puerto Palos, un tradicional comercio de Posadas dedicado a la venta de productos para camping, caza, insumos militares, de pesca, calzados e indumentaria outdoor probablemente cierre de forma definitiva este 2023.
Todo indica que treinta años de trayectoria en el rubro no pueden sostenerse ante los obstáculos que afectan los procesos de importación. “Somos un negocio familiar y de Misiones, con una única sucursal, siempre he hablado bien del rubro y en esta época del año usualmente se trabajaba bien, pero ahora por primera vez estamos atravesando una situación crítica”, lamentó Francisco Javier Osudar, propietario de Puerto Palos, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Argumentó que “la falta de mercadería” es el problema principal con el que deben lidiar, ya que “el 98%” de los productos que comercializan son importados. “En otras ocasiones tuvimos caídas, crisis, inflación, pero nunca nos faltó mercadería; sin embargo, hoy hay escasez y en consecuencia no tenemos ventas”, sentenció.
Dijo que esta situación la vienen padeciendo paulatinamente desde el 2020 “por la caída de la importación y porque no ingresan dólares”.
“Yo diría que es culpa del sistema político y económico que adopta el Gobierno, están tomando medidas que no ayudan a la gente trabajadora. La devaluación que nos está provocando este sistema hace que las cosas suban y la gente no pueda acceder”.
El comerciante expresó su agradecimiento a los clientes que los siguen eligiendo, aunque reconoció que últimamente “no pueden ofrecerles todo lo que tenían antes”.

Reinventarse o comenzar de cero
Osudar anticipó que si el panorama no mejora, no descarta la posibilidad de cerrar el negocio familiar y probar suerte en Brasil. “Yo estoy abriendo el paraguas, más que nada por el poder adquisitivo de la gente. O me reinvento en el rubro, hago otra cosa, o me voy del país, aunque a esta altura cambiar de rubro no sé si es una opción”, opinó.
Aportó que “a veces tienen productos y se suspenden por dos o tres meses”, prueba de la inestabilidad que prevalece, y esto deriva en una complicación para “sobrellevar los gastos fijos”, como el alquiler del local.
En esta instancia, mencionó que varios estantes están casi vacíos porque evitó proveerse de algunos insumos, en caso de que se concrete el cierre.
En cuanto a las ventas, hizo una salvedad respecto a los planes Ahora Misiones, que “ayudan a generar un poco de movimiento”.
“La provincia está haciendo una buena gestión con los planes y la tarjeta de crédito, eso facilita a la gente comprar en 12 cuotas y con un reintegro del 41%, que no es poca cosa”, destacó.
Por último, consultado acerca de la posibilidad de intentar, de alguna manera, sostener el emprendimiento a pesar de las dificultades, Francisco Osudar reflexionó: “Es una situación triste, pero nosotros la seguimos peleando así como lo hicimos tantos años, vamos a ver hasta cuándo seguimos con esto. Ojalá que mejoren las cosas, pero la verdad es que en 2022 y ahora es aplastante el tema de la escasez de mercadería”.