Encontrar un lugar para salir a comer es una travesía para las personas con celiaquía porque son muy pocos los locales en Posadas que brindan al menos una opción sin gluten en la carta. Todo a pesar de que está vigente en el país la Ley 26.588 que establece, entre otras cosas, que los bares y restoranes deben tener por lo menos una alternativa de comida sin gluten.
En ese marco, PRIMERA EDICIÓN realizó un relevamiento de los menús y opciones disponibles los restoranes y bares de la costanera de Posadas; y pudo constatar que sólo aproximadamente el 20% de todos ellos (que son más de 15), ofrecen en su carta alguna alternativa gluten free.
Ante eso, este Medio decidió consultar con el empresario del rubro gastronómico posadeño y miembro de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (AMHBRA), Martín Oria, quien explicó con más detalles por qué es una dificultad para los locales gastronómicos de Posadas incluir opciones sin gluten en sus menús.
“Dentro de las barreras tenemos la edilicia y la económica. Es poca la cantidad de personas que consumiría esas opciones para celiacos en relación a lo que saldría mantener un espacio”, comenzó afirmando Oria.
Eso ya que por normativa, para ofrecer en la carta opciones sin gluten, o sin trigo avena cebada o centeno (sin tacc), los locales gastronómicos deben contar con una cocina, utensilios y personal aparte para así evitar lo que se conoce como “contaminación cruzada”, es decir, lo que ocurre cuando un alimento libre de gluten se contamina con gluten: algo que afecta a las personas que tienen celiaquía.
“Es una responsabilidad muy grande. La realidad es que a los negocios les costaría mucho mantener eso. Imaginate en un negocio chico: tenés que tener un sector sólo para eso, tenés que tener una persona que haga sólo la parte de celíacos. Es decir, cuando el dueño haga números no le van a cerrar porque es inviable en lo económico”, explicó el empresario.
Platos sin garantía de no estar contaminados
Es por eso que muchos restaurantes apelan a ofrecer platos que no contienen harinas como bifes con ensaladas, purés, platos con arroz, pero sin garantizar que éstos no estén contaminados con gluten y, por ende, que no afecten al cliente celíaco.
“A estos clientes no podés darle cosas fritas preparadas donde freiste milanesas porque uno no tiene garantía de que eso no esté contaminado. Por eso hay negocios que ofrecen alternativas pero no en el menú”, agregó.
En ese marco, el empresario relató lo que sucede en su negocio particular: “Cuando llega una familia y pregunta qué opciones hay, le transmitimos qué tenemos, pero no garantizamos que sea un menú celíaco porque para poder ofrecer eso como tal tenés que tener una cocina, o un sector de la cocina totalmente aparte, que no tenga ningún tipo de contaminación. Una vez que le ofrecemos ahí la decisión está en el cliente “.
Si bien explicó que, para las cafeterías por ejemplo, es más sencillo porque pueden ofrecer productos envasados como alfajores y galletitas; para los restaurantes, que producen casi todo en sus cocinas, es complicado.
Por todo eso, Oria reflexionó que por el momento es muy difícil para los negocios gastronómicos de Posadas ofrecer alternativas seguras para los celíacos, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que implica para un restaurante, mantenerse en pie (en lo económico). Además, a modo de cierre, se interrogó si las personas con celiaquía tienen representatividad en otros espacios comerciales como los supermercados por ejemplo; dando a entender que la inclusión de este tipo de clientes, cuando se dé debe ser pensada en todos los ámbitos.
“Una cosa es legislar y otra poder cumplir con la normativa”
Una de las cuestiones que trajo a colación Oria fue que el tema de la inclusión a personas con celiaquía se quiso tratar en su momento en el Honorable Concejo Deliberante de Posadas (HCD).
En ese punto se mostró muy crítico y afirmó “hay que tener mucho cuidado porque una cosa es legislar y otra cosa es después poder cumplir lo que diga esa ordenanza que es algo difícil”.
Para esclarecer eso, puso como ejemplo cuando se intentó ordenar que los restaurantes tengan obligatoriamente al menos una carta en braille para las personas con ceguera o discapacidad visual: “En mi gestión en AMHBRA junto al HCD quisimos sacar una normativa para que al menos haya una carta por negocio en Posadas y cuando quisimos ver quién podía imprimir eso, la única máquina que lo hacía la tenía la asociación de ciegos de Posadas y estaba rota. Entonces al escribir una ley primero hay que saber cómo se puede cumplimentarla”, afirmó Oria.
En ese punto recordó que la inclusión de personas con ceguera y discapacidad visual, en restaurantes y bares, sigue siendo una problemática sin resolver.
Entonces “el ir creciendo como sociedad e ir siendo más inclusivos en un montón de cosas va a llevar tiempo y por supuesto algunos sectores van a tardar un poquito más que otros”, resaltó.