“El martes voy a ir al juzgado a ver si me dejan ver el expediente, a ver qué se hizo hasta el momento. Desde hace más de un año que no hay nada de la búsqueda de mi hijo y no sé más qué hacer para reclamar, no se lo tragó la tierra, necesito una respuesta”.
Angelina Beatriz Giménez busca a su hijo desde la mañana del viernes 1 de octubre de 2021 cuando fue visto por última vez cerca de la costa del arroyo Yabebiry, donde solía ir a pescar con sus amigos. El adolescente desapareció y desde ese momento lo único cierto y concreto es el silencio en torno a la pesquisa y en torno a la labor judicial.
“Nadie me dice nada, ni la Policía ni la Justicia, no sé si mi hijo está vivo o muerto, no sé dónde está”, enfatizó ayer Angelina.
La mujer de 43 años dialogó nuevamente con PRIMERA EDICIÓN por la misma intención, que al menos “se investigue, que la Justicia me diga algo firme, que me devuelvan a mi hijo”.
Expediente
Adelantó también que el martes intentará, acompañada de su abogada, ver el expediente que se inició en el Juzgado de Instrucción de Jardín América.
“Quiero saber si los presuntos restos de huesos que dijeron fueron secuestrados son o no humanos, porque ni siquiera eso creo, tampoco que sean de Leo”, remarcó.
En noviembre pasado Angelina le señaló a este Diario que desde que denunció la ausencia de su hijo impera el temor a su alrededor: “Sólo tengo miedo, constante desilusión, todo es tristeza y además escuchar o leer que la culpa es mía, que me la echan a mí porque recurrí a la policía ocho días después de la última mañana que Leo me dijo que se iba a pescar al arroyo, es muy feo. De todas maneras no bajo los brazos y tengo esperanzas de que mi hijo aparezca con vida”.
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Sin voces
“Los amigos de Leo guardan silencio desde que desapareció, algunos habrían sido amenazados para que no dijeran nada, que no abrieran la boca sobre ningún detalle, sólo deben decir ‘no sé, no lo vi ese día, no estuve con él’”.
Angelina relaciona el temor en los adolescentes amigos de su hijo con amenazas anónimas, mensajes que recibió de desconocidos que le vaticinaron: “A tu hijo lo tiraron adentro de una bolsa de plástico al arroyo Yabebiry, no preguntes más”.
También insistió en “la coincidencia que la policía sólo reacciona cuando salgo en los medios de comunicación reclamando. ‘Quédese tranquila señora, seguimos trabajando’, sólo eso repiten”.
Ayer, la progenitora replicó su postura: “A Leo no lo pueden vincular a nada ilegal, no robaba, nunca lo vi drogado o alcoholizado. No tienen ninguna detención ni antecedente”.
“Ya no le creo casi nada a la Policía, declaramos muchas veces en la comisaría, llevamos datos y nombres claros y dejaron pasar el tiempo y me buscaban para volver a preguntarme sobre personas que nunca dijimos nada. Nos dicen que cometieron errores y no pasa más nada. Es muy llamativo lo que ocurre porque les dimos o acercamos pistas y después nos informan sobre resultados negativos pero de datos que no fueron los que aportamos”.