Los vecinos de San Javier viven días complicados por la falta de agua que afecta a varios barrios durante gran parte del día, debido a las dificultades que tiene la prestataria -Cooperativa de Servicios públicos y Producción de San Javier (COOPSAN)-, para mantener el bombeo como consecuencia de las reiteradas subas y bajas de tensión del sistema energético.
“Es un problema histórico. Dependemos de Energía de Misiones que nunca resolvió el inconveniente. Termina quemando las bombas y nosotros, al igual que varios comercios, sin agua durante horas”, dijeron los vecinos.
Fuentes de la Cooperativa de Agua consultadas por PRIMERA EDICIÓN, confirmaron que “está complicado el suministro de agua. Nosotros tenemos pozos perforados, y no tomas de agua del río. Esos pozos están concentrados, muchos lejos del pueblo, al lado del río. Tienen cada uno su tablero para regular. El problema es que Energía de Misiones nos manda o demasiada energía, o muy baja. Esto genera cambios bruscos de tensión que provocan desastres. Se quemaron muchas más bombas en este tiempo que en diez años, un promedio de cuatro bombas por mes. Le agregamos protectores, compramos otro tablero más sensible, pero resultó peor. Apenas hay una bajada de tensión se apaga, y no prende hasta que no se estabilice. No podemos estar recorriendo continuamente con los operarios, porque esa bajada de tensión ocurre a cada rato”.
Afirmaron que estos bajones apagan hasta los televisores. A veces alcanza para que los ventiladores se mantengan encendidos, pero no para que una bomba de agua pueda seguir trabajando.
Las bombas deberían estar encendidas todo el tiempo durante el verano, “salvo que haya una falla por el caudal; entonces se deja descansar entre seis y ocho horas, y se vuelve a a encender”, apuntaron.
Los protectores de voltaje provocan que la bomba no prenda. “Incluso suele ocurrir que viene demasiada tensión, pasa por encima del protector y quema la bomba”, agregaron.
Por mantenimiento, una vez a la semana suelen cortar el suministro del tanque principal de agua que alimenta al centro de San Javier (unas cuatro horas aproximadamente). Suele hacerse en horario nocturno, pero luego la normalización del servicio se hace en forma progresiva, y se estima que para el mediodía recién puede quedar reestablecido, siempre y cuando no se produzcan los habituales “altos y bajos” de tensión.
Comparativamente con veranos anteriores, desde la COOPSAN indicaron que antes “era habitual que sean cortes prolongados de energía. Ahora, en cambio, sufren picos de alta o baja tensión que impiden el normal funcionamiento de los motores que bombean agua potable para la ciudad. Es que los protectores de los motores no permiten su funcionamiento sin un voltaje normal. Para una trifásica son 380 voltios y acá nos llegan a veces menos, entre 350 y 360. Automáticamente se corta el tablero y no arrancan los motores”.
Alternativas y costos por las nubes
De acuerdo a las fuentes consultadas, desde la Cooperativa están buscando otros modelos de tableros que no sean tan sensibles a los bajones de tensión, y que a su vez protejan las bombas.
“Cada bomba tiene un valor de 1.200 dólares, y hubo meses en que se quemaron entre tres y cuatro. Son alrededor de 24, pero hay dos que dependiendo del caudal que tenga por ahí funciona cuatro o seis horas y la apagamos, luego la volvemos a prender”, dijeron.
Un regulador de voltaje, también llamado protector, cuesta 300 mil pesos y “no se puede poner en todas las bombas, por el costo elevado final”.
Los técnicos y vecinos de San Javier remarcaron que “deberían corregir estos vaivenes de tensión porque terminan afectando a vecinos, empresas, comercios, que pierden mercadería”.
“Nunca un intendente de San Javier agarró la bandera del reclamo”
Fabio Heppner, miembro del Consejo de Administración de la Cooperativa de Agua en San Javier, también aportó su crítica mirada hacia la situación que vive esa localidad desde hace años en relación a la provisión de energía eléctrica, y que afecta a la distribución del agua.
“Nunca un intendente agarró la bandera del reclamo con nosotros y se hizo presente en ningún lado. Siempre fueron promesas nomás de planificación de trabajos, de mejoras en la provisión de energía eléctrica que llega acá y que no se cumplieron”, señaló a PRIMERA EDICIÓN.
También comentó: “Acá en San Javier, honestamente, no pasa nada extraordinario y se corta la luz. Por cualquier situación nos quedamos sin energía eléctrica, y claro que afecta a la provisión de agua porque se apagan todas las bombas”.
Además, remarcó que “siempre destaca el servicio y la atención de la gente que trabaja en Electricidad de Misiones en San Javier, porque le ponen el corazón, el pecho a todo lo que sucede. Lastimosamente, nuestro problema arranca desde el traslado de la energía”.
“Pedimos un servicio normal”
Heppner apuntó que “desde el primer corte de ruta que hicimos reclamando que necesitamos tener un servicio normal y eficiente, pasamos por la visita cuando todavía era Ferreira el presidente de Emsa; luego otras dos visitas de Aicheler y de ingenieros que te hablan de los megavoltios, pero nunca se concretan las soluciones. No puede ser que un mediodía, con lo que yo pago de energía, no puedo prender un acondicionador de aire porque no hay suficiente potencia para que pueda enfriar, porque al no estar trabajando bien se puede quemar ese equipo”.
Recordó que “en las últimas charlas que tuvimos con gente de EMSA hay entre 450 y 480 postes que vienen desde Alem a San Javier, donde no sé si habrán 50 (postes) o más que son de cemento, y te hacen un show de que vamos a tener cortes de energía para mantenimiento de línea o cambio de postes. Cuando vos le preguntás cuántos postes te cambiaron me hablan de cuatro o cinco. Entonces: ¿cuándo vamos a terminar el mantenimiento? O sea, te dan pan para hoy y hambre para mañana”.