Enero no solo fue una temporada récord en turistas argentinos en las playas del sur de Brasil, sino también en el número de viajeros afectados por cuadros de gastroenteritis. Más de 3.200 personas acudieron al médico con cuadros de diarrea, vómito y fiebre entre la segunda quincena de diciembre y en lo que va de enero. Hace pocos días, el equipo del Laboratorio de Virología Aplicada de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) confirmó la presencia de norovirus y rotavirus en las muestras fecales de los afectados. También la presencia de ambos virus en el agua del Rio do Brás, en Canasvieiras, al norte de Florianópolis, donde se concentra el 64,5% de los casos.
La presencia del virus en el agua del río es consecuencia de las descargas de aguas residuales ilegales. Aún no se detectó el virus en el mar.
Consultada sobre estos virus y cómo podemos prevenir su contagio, la médica infectóloga Elena Obieta indicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN, que “ambos virus son causantes de cuadros de gastroenteritis y deshidratación grave, especialmente en niños pequeños y adultos mayores, aunque provienen de familias distintas”.
Recordó que hay vacunas contra el rotavirus, que se aplican a los bebés a los dos y a los cuatro meses.
Superficies, alimentos y agua
Ambos virus tienen la capacidad de permanecer mucho tiempo en superficies inanimadas -una baranda, pasamanos, mesada, etc.- por eso es frecuente que sea la causa de brotes de gastroenteritis en los cruceros, geriátricos y hospitales. “Generalmente, estas infecciones se producen por agua o alimentos contaminados”, detalló.
Indicó además que en los lugares donde hay un alto porcentaje de población vacunada contra el rotavirus, el norovirus asume mucho más protagonismo. En el sur de Brasil, la mayoría de los casos diagnosticados son por norovirus.
Cómo evitar contagiarse
Obieta destacó que “es importante que el hábito del lavado de manos que adquirimos en la pandemia de COVID-19 haya quedado para siempre. Solo consumir verduras crudas si hay seguridad de haberlas lavado con agua potable o mineral; que las carnes estén muy bien cocidas; mantener la cadena de frío de los alimentos; tener dos tablas diferentes en la cocina, una solo para carnes y la otra para las verduras, para evitar la contaminación cruzada”.
Recomendó además lavarse siempre las manos después de cambiar un pañal, de ir al baño, al regresar de la calle y antes de empezar a cocinar. Y que, en caso de dudar sobre el agua que usamos para lavar las verduras, se puede poner dos gotas de lavandina 20 minutos antes de usarla.
“No hay que automedicarse”
Obieta alertó sobre los peligros de automedicarse ante los cuadros de gastroenteritis: “Los antibióticos no sirven para las diarreas virales y empeoran el panorama”. Recordó que los bebés y los adultos mayores son los que más riesgo tienen de complicaciones por infecciones por rotavirus o norovirus y que, para todas las personas afectadas, lo más importante es la hidratación, siempre con agua segura. En el caso de los bebés, no se le debe suspender la teta.
“En general, son infecciones que se autolimitan en cuatro días pero, por supuesto, que si esos días son los que te fuiste de vacaciones, no es negocio”, admitió.
La especialista hizo hincapié en la necesidad de la consulta médica, más aún si la diarrea tiene sangre, moco o pus. Como el tiempo de incubación del virus es corto -no más de 48 horas-, indicó que si una persona tiene diarrea durante el viaje de regreso a su país pero tolera la hidratación oral, sorbitos cada 15 a 20 minutos, debe aislarse cuando llegue a su casa para evitar contaminar o transmitir la infección a otra persona.