El Parque Juan Vortisch permanece cerrado al público y su laberinto vegetal, considerado el más grande de Sudamérica, fue atacado por hormigas mineras. En este contexto, desde la Asociación Promotora de Turismo y Cultura de Montecarlo, a cargo de la administración del predio de seis hectáreas, advierten que se debe podar todo y “volver a plantar de cero” debido a la situación crítica en la cual se encuentra el principal atractivo turístico de esta localidad.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con la presidente de la entidad, Graciela González, quien detalló que el parque no abre desde octubre del año pasado cuando se realizó la última Fiesta Nacional de la Orquídea y Provincial de la Flor en la localidad.
“El laberinto ya no estaba habilitado en ese entonces porque no estaba en buenas condiciones y estaba en tratamiento por el tema de las hormigas. Había sectores más complicados porque estaban secos, otros que se recuperaban y las hormigas iban y los comían. Hoy está feo, aparte la sequía tampoco ayuda”, reveló.
A todo esto, González consideró que para recuperar el laberinto “hay que empezar de cero. Hay que hacer una poda completa, pero eso significa poner plata, se debe volver a plantar de nuevo lo cual llevará un tiempo prudencial”.
Recordó que el año pasado mantuvieron una reunión con la Municipalidad de Montecarlo donde les dijeron que “supuestamente iba a venir el Ministerio del Agro con un equipo técnico, que no solamente iba a trabajar con nosotros sino también con productores de la zona que tienen problemas con la hormiga minera. Las prácticas iban a ser en el laberinto y hasta el día de hoy no vinieron y tampoco tuvimos ninguna novedad”.
Apuntó que en su momento también consultaron con investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quienes recorrieron la zona y elaboraron un informe.
“Nosotros tratamos de seguir las indicaciones que nos dieron de la forma más precisa posible y tampoco dio resultado con las hormigas, si bien logramos recuperar algo, en este último tiempo está más invadido”, señaló.
Manifestó además que se requiere de personal que trabaje de forma permanente en el mantenimiento del lugar y en el control de la plaga, algo que con la situación actual de la asociación no pueden costear.
“Económicamente no contamos con los fondos para sostener un personal, tenemos cuidadores del parque pero no hacen tareas de mantenimiento ni nada, hoy nos están dando una mano el Municipio y una agrupación social que hace el barrido, y después trabajamos algunos de los integrantes de la comisión que también nos ponemos los guantes”, remarcó.
Por todo esto, González dijo que decidieron no abrir el predio durante las vacaciones porque “qué sentido tiene que yo abra el parque si no tengo nada para ofrecerle a la gente, ni un vaso de agua”.
“Por otro lado tampoco tenemos la colaboración de los emprendedores o artesanos para que pongan al menos un puestito y comiencen a vender ahí”, agregó. Asimismo, desmintió que el parque haya integrado en algún momento una ruta turística. “Estaba la idea pero nunca se hizo”, cerró.
“Estamos al rojo vivo”
El Parque Juan Vortisch depende de la Asociación Promotora de Turismo y Cultura de Montecarlo, que actualmente tiene unos 200 socios aproximadamente entre entidades y particulares. Cada uno de ellos abona una cuota anual de $600 y $2.000, con lo cual “no se paga ni luz ni agua”.
“Estamos al rojo vivo prendiéndonos fuego, tenemos deuda con la cooperativa con la que tenemos energía y agua, tenemos problemas con la provisión de agua potable porque no tiene la presión suficiente y el pozo perforado se secó hace algunos años”, sentenció Graciela González, la presidenta de la entidad.
Consultado al respecto, el intendente de Montecarlo, Jorge Lovato, señaló que “lo que sucedió con el laberinto es que fue invadido por hormigas y ahora se está trabajando para ponerlo en condiciones nuevamente. No está abierto en este momento, la comisión es la responsable del parque”.